• 11/03/2023

El esplendor de lasFallas Valencianas

El esplendor de lasFallas Valencianas

Valencia inició este miércoles 1 de marzo, con la entrada en vigor del bando fallero, sus fiestas más multitudinarias, cuyos días grandes caerán este año en fin de semana. La maquinaria fallera incorporó este año algunas novedades. Se estrena, por ejemplo, la recomendación —no prohibición— de no tirar petardos de tres a cinco de la tarde para facilitar el descanso y el paseo por la calle de los animales de compañía, muy afectados por el ruido. Los fuegos artificiales cambian del viejo cauce del Turia, al Palau de les Arts; y vuelven el 10 y 11 de marzo los macroconciertos de Fallas al Paseo de la Alameda.

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La ciudad espera un aluvión de visitantes porque los días 18 y 19 de marzo caen en fin de semana y el 20 de marzo es festivo en otras comunidades como Madrid. “No va a haber una ciudad en la calle, sino dos”, describió muy gráficamente el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, en la presentación del dispositivo de Seguridad de este año. Serán 3.000 policías locales, 400 bomberos municipales, y 1.800 policías nacionales los que velen por la seguridad en la capital en esos días de tanto ajetreo.
Los puestos de churros, desplegados por toda la ciudad, empezaron a despachar sus masas fritas el sábado 25 de febrero, coincidiendo con el fin de semana de la Crida, donde las falleras mayores de Valencia invitaron a todo el mundo a unirse a una fiesta declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. el 1 de marzo, entró en vigor el bando fallero con el que toda la ciudad se adapta a las peculiaridades de la fiesta y que estará vigente hasta la madrugada del 20 de marzo, cuando se retiren las cenizas de la Cremà. Todos los días se oye la mascletà a las dos de la tarde en la plaza del Ayuntamiento si el tiempo lo permite.

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Renfe ha anunciado más de 35.000 plazas en trenes de Larga Distancia para viajar entre Barcelona y Valencia durante las fiestas. Del 15 al 20 de marzo circularán 15 trenes entre ambas ciudades al doble de su capacidad, con una oferta de 4.300 plazas adicionales para los servicios Euromed e Intercity que unen Barcelona, Tarragona, Castelló y Valencia.

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La ciudad contará durante esos días con 71 Puntos Violeta contra la violencia machista: seis los instalará el Ayuntamiento y se habilitarán otros 65 en comisiones falleras, entidades vecinales y asociaciones ciudadanas. Los Puntos Violeta son espacios de información, sensibilización y prevención de las agresiones sexistas.

El origen

Las Fallas de Valencia son unas fiestas con una tradición arraigada en la ciudad española de Valencia y diferentes poblaciones de la Comunidad Valenciana. Oficialmente empiezan el último domingo de febrero con el acto de la crida (en valenciano; ‘pregón o llamada’, en español).
Actualmente, esta festividad se ha convertido en un atractivo turístico muy importante, ya que además de estar catalogadas como fiesta de Interés Turístico Internacional, en noviembre de 2016 la Unesco las inscribió en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Estas fiestas también son llamadas fiestas josefinas o festes de Sant Josep (en valenciano), ya que se celebran en honor de san José, patrón de los carpinteros, que era un gremio muy extendido en la ciudad cuando empezaron a celebrarse a finales del siglo xix, y que conservó hasta la actualidad, dada la importancia de la industria del mueble en la región.

La versión popular del origen de las fallas según el Marqués de Cruïlles, fueron iniciadas por el gremio de carpinteros que quemaban en la víspera del día de su patrón San José, en una hoguera purificadora, las virutas y trastos viejos sobrantes, haciendo limpieza de los talleres antes de entrar la primavera. Además, quemaban sus «parots” (estructuras de las que colgaban los candiles que les daban luz) puesto que, con el fin del invierno y la llegada de la primavera, y al hacerse los días más largos, ya no eran necesarios. Según esta teoría, la inventiva popular le dio forma humana a estos parots. Esta leyenda romántica del origen de la fiesta contrasta con la documentación conservada en el Gremio de Carpinteros, que no cita la construcción de fallas en su víspera, sino la festividad religiosa del propio día 19 de marzo.
La primera referencia documentada de las Fallas se remonta a 1774, pero no es hasta 74 años después, en 1848, cuando se pueden encontrar publicaciones continuad as sobre la fiesta josefina.

Los años que no hubo Fallas

A lo largo de su historia, las Fallas de Valencia han sido suspendidas en su totalidad en seis ocasiones: 1886, 1896, 1937, 1938, 1939 y 2020.
En 2004 fueron cancelados los actos oficiales durante tres días a consecuencia de los graves atentados terroristas en Madrid.
En 2020, a causa de la Pandemia de COVID-19, los festejos fueron aplazados y, luego, cancelados.En el año 2021, los festejos fueron aplazados y se celebraron, con las correspondientes medidas de seguridad, del 1 al 5 de septiembre.​

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O, quisieron acabar con ellas obligando a pagar cada vez más para que desaparecieran y, efectivamente, fueron a menos hasta que en 1886 ninguna comisión plantó falla, explica el historiador, documentalista y miembro de la Junta Central Fallera de Valencia, Javier Mozas. No obstante, de ese año sí que se tiene noticia de que se plantaron dos fallas de manera privada en dos patios interiores, que nadie visitó.

El gobernador civil de Valencia declaró en 1898 el estado de guerra por el enfrentamiento bélico de España con los Estados Unidos en la conocida como guerra de Cuba y se decidió no celebrar las Fallas a dos días de su inicio.
Esto supuso “la primera suspensión de las Fallas”, aunque se sabe que hubo catafalcos que se guardaron y se plantaron al año siguiente, porque está contrastado que los bocetos son los mismos.

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También se suspendieron las fiestas durante los años 1937, 1938 y 1939 con motivo de la guerra civil española. Las de 1936 se celebraron sin problema, pues el golpe de Estado se produjo el 17 de julio.
Al inicio de la guerra, muchas comisiones falleras empezaron a destinar el dinero recaudado de las Fallas a la causa republicana. En un momento, se decidió que no se plantaran fallas para evitar que la multitud que convocaran pudiera atraer una bomba o una desgracia.
La Guerra Civil acabó el 1 de abril de 1939, por lo que ese año, por quinta vez en la historia -la cuarta provocada por una suspensión propiamente dicha- tampoco se plantaron monumentos falleros por las calles de Valencia.