• 20/05/2023

Tom de Finlandia: el paladín de la homosexualidad

Tom de Finlandia: el paladín de la homosexualidad

Dibujos que fueron iconos de una generacion gay

Estados Unidos en la década de 1960: cuando el incipiente movimiento gay cobra fuerza, un ilustrador finlandés resume la nueva confianza de esa comunidad en sí misma. Los dibujos pornográficos de Touko Laaksonen de motociclistas, vaqueros y marineros hipermasculinos despojan de prejuicios ancestrales al galán afeminado.

En la escena gay, Laaksonen, que se hace llamar Tom de Finlandia en referencia a su patria europea, desencadenó una revolución estética.

«Cuando empezó a dibujar, no había verdaderos modelos de hombres homosexuales», explicó Richard Villani, director creativo de la Fundación Tom de Finlandia, en entrevista con DW. «Más que nada, Tom quería dar a los hombres queer una idea positiva de su sexualidad».

Los dibujos y pinturas de Tom de Finlandia son un referente hoy en día. Hombres homosexuales enfundados en cuero, con cuerpos esculpidos y extremadamente varoniles son parte de su aporte.

Los dibujos de Tom son la prueba de la lucha por una vida igualitaria. El culto al cuerpo siempre ha tenido su origen en el hecho de que los hombres homosexuales tienen que compensar el prejuicio de su supuesta feminidad. Algunos responden a estos prejuicios queriendo convertirse en los tipos más varoniles, afirma Christopher Conner sociólogo que investiga los ideales de belleza dentro del colectivo LGBTIQ+ estadounidense en la Universidad de Missouri, Columbia.

Aunque, sin duda, Tom proporcionó a su propia comunidad modelos estupendos y liberadores: ¿Es posible que sus dibujos reflejen un deseo tóxico de belleza? Este problema requiere una visión diferenciada, afirma a DW João Laia, jefe del Museo Kiasma de Helsinki (Finlandia). Sus últimas obras son ricas en mensajes positivos sobre el cuerpo: «En los años 80 y 90, la pandemia del VIH hizo que mucha gente estuviera tan delgada y débil que las representaciones de hombres sanos y musculosos resultaban empoderadoras», dice Laia.

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A partir de los cincuenta, Tom consiguió vivir de sus cuadros eróticos, viajando de un lado a otro entre Europa y Estados Unidos hasta su muerte en 1991. Dejó su huella en ambos continentes e instigó subculturas enteras. «Fue el padre del cuero», dice Villani sobre el artista, que como joven oficial en la Segunda Guerra Mundial empezó a aficionarse a los uniformes. Hoy es imposible imaginar la escena gay sin «Leather Lovers» y «Hunks» musculosos.

 “La manera de integrar a alguien es haciendo que la gente se encariñe, y eso se logra a través de los objetos de la vida cotidiana”, señala el presidente de la ToFF, Durk Dehner. “Es una manera muy saludable de difundir la noticia, permitiendo que la gente lo vea, lo explore y se entere de quién era este hombre”.

Dehner ha sido testigo de la aceptación gradual de Tom desde un punto de observación único: su casa de tres pisos en Los Ángeles. Fue allí, en 1984, donde creó con Laaksonen la ToFF, con el propósito de preservar su trabajo y servir de apoyo al arte erótico.

Aunque Tom of Finland ya tenía una base de fieles admiradores en los EE.UU desde 1956, momento en que sus ilustraciones aparecieron por primera vez en la revista de masculina de culturismo Physique Pictorial, no es hasta finales de 1970 cuando el artista hace su primera visita a América. Allí encontró un clima social más propicio a su estilo de vida y se convirtió en un visitante habitual.

Al fallecer Touko Laaksonen en 1991, Durk Dehner, su musa y buen amigo, tomó la responsabilidad de preservar su legado.

“Le di mi promesa de que iba a hacer todo lo que estuviera en mi mano para mantenerlo dentro de la cultura popular”, rememora Dehner. “He sido capaz de llevarlo de una generación a otra porque su trabajo es intemporal”.

Laaksonen produjo más de 3 500 obras a lo largo de su vida. Muchas de ellas están en posesión de la ToFF, mientras que otras han sido adquiridas por coleccionistas privados, o se hallan en las colecciones permanentes de museos como Kiasma (Museo de Arte Contemporáneo de Helsinki), el Museo de Arte Moderno de Nueva York, o el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles.

Los de Tom of Finland han sido los sellos más populares en toda la historia de Posti, el Servicio Postal de Finlandia .Foto: Itella Posti Oy / Finlandia. Imágenes originales (1978,1979) Tom of Finland Foundation / EE.UU.

Los sellos de Tom of Finland son los más populares de Finlandia

Más de 30 años después de su muerte, el espíritu  de Tom sigue cautivando a la gente. A partir del 12 de mayo, la antigua excárcel de mujeres de Berlín-Lichterfelde será el lugar de peregrinación de sus fans. Artistas, DJ, galeristas y patrocinadores se darán cita en el 29º «Tom of Finland Art & Culture Festival». Villani, que organiza la celebración de tres días, sabe que hay algo mágico en los mensajes del artista: «Se trata de alegría, diversión y risas. Todos los personajes de sus cuadros se lo pasan bien juntos».

En 1856, Posti, el servicio postal de Finlandia, introdujo los sellos por primera vez. Es decir, que han sido necesarios 158 años para emitir una serie que despertase el interés mundial, algo antes nunca visto. La tienda online de Posti se colapsó en abril de 2014 por la avalancha de 70 000 pedidos anticipados llegados desde 178 países. Y todo por culpa de Tom of Finland.

Los sellos, emitidos en forma de hoja bloque, han sido hasta el momento el mayor gesto de aceptación oficial hacia Touko Laaksonen, el controvertido artista finlandés que creó su obra bajo el seudónimo de “Tom of Finland”. Poco queda de la conservadora Finlandia de posguerra, ni de los tiempos en que el artista dibujó por primera vez a sus personajes masculinos en diversos grados de desnudez y poses de acoplamiento. Por aquel entonces, Laaksonen se vio varias veces obligado a destruir sus creaciones ilegales cuando no lograba encontrar un lugar seguro para esconderlas.

“Hoy todos vemos su obra bajo una luz diferente, más comprensiva”, nos explica Susanna Luoto, la representante finlandesa de la Fundación Tom of Finland (ToFF), responsable del lanzamiento de los sellos de Posti.

“Tom ha ido mucho más allá del campo puramente sexual. Hoy representa la tolerancia, más allá de la homosexualidad”.

 Masculinidad bigotuda

La actual omnipresencia de la masculinidad bigotuda de Tom es un reflejo de la mayor aceptación a la que nos referimos. Sus imágenes icónicas aparecen impresas en bolsas de la compra, sábanas, productos de papelería, delantales y mantas ignífugas, gracias a la colaboración de la ToFF con empresas finlandesas como Finlayson, Putinki y Jalo Helsinki.

La empresa textil finlandesa Finlayson tiene la exclusiva para la impresión de las telas monocromas de Tom. Podemos decir que Tom se ha metido de un salto en todas las camas y con él lo ha hecho la casa Finlayson, gracias a sus sábanas.

Las ventas de la tienda online de esta empresa se han visto duplicadas y sus ventas globales han crecido significativamente, en comparación con años anteriores. Tom of Finland ha ayudado a crecer a nivel internacional a la marca, que anteriormente operaba básicamente en Finlandia: la colección ha llegado a más de 21 países, aunque donde más se ha vendido en su país de origen, seguido de Suecia y los EE.UU.

Touko Laaksonen produjo más de 3 500 obras durante su vida, muchas de las cuales pueden admirarse ahora en bolsas de la compra, sábanas, productos de papelería, delantales y mantas ignífugas. Las imágenes monocromáticas impresas en los textiles de la casa Finlayson han sido un éxito desde que estos se pusieron a la venta.
El compañero de Laaksonen por más de 28 años fue el bailarín Veli «Nipa» Mäkinen​ Mäkinen falleció de cáncer de laringe en julio de 1981.

Nunca reveló a su familia que era gay

Laaksonen nunca reveló que era gay a sus familiares, a excepción de su hermana Kaija. La familia tampoco supo nada sobre la identidad de Laaksonen como Tom of Finland antes de la muerte del artista. A su compañero Nipa, Laaksonen lo presentaba como su «compañero de apartamento».

Además de dibujar, Laaksonen fue un músico talentoso. Su padre fue director de coro y Laaksonen estudió música en la Academia Sibelius en la década de 1940.  Laaksonen a temprana edad cantó como bajo en un coro, y de joven trabajó como pianista en un restaurante después de la guerra.  Al menos una de sus composiciones, «Rainbird», una musicalización de un poema de Aino Kallas, fue grabada en 1949 por el coro Kulkuset bajo la dirección de su padre, Edvin Laaksonen.

Laaksonen visitaba con frecuencia los Estados Unidos por su carrera artística, pero tras la muerte de su compañero de vida, Nipa, comenzó a pasar cada vez más tiempo en ese país. En sus últimos años, pasó los inviernos en el sur de California. Su sobrino Tapani Vinkala describió a su tío como un hombre sociable, gracioso y amante de los niños que participaba con gusto en los juegos infantiles. Laaksonen también era conocido por su cuidado estilo de vestir, pues pensaba que la ropa hacía a un hombre​

Laaksonen al piano, al fondo a la izquierda su compañero Veli Mäkinen, y a la derecha su hermana Kaija