Desarrollo urbano basado en la salud

La planificación de las ciudades hace mucho tiempo que se ha desarticulado de las necesidades de salud física y mental de las personas. Nos proponen que elijamos hábitos de vida saludables en un entorno que los hace imposibles.

¿Queremos ser pacientes o activos?

Los dos modelos arquitectónicos que predominaron en los últimos 50 años han sido el modernismo y el automovilismo. “Los modernistas pusieron al edificio como centro de la ciudad” sustituyendo la escala humana por lo que podría denominarse Síndrome de Brasilia: “una ciudad perfecta cuando se observa desde un helicóptero, con enormes espacios vacíos, sin árboles, sin sombra, sin compasión ni calidad”. No hace falta mucha explicación del automovilismo como objetivo prioritario y no estamos hablando del deportivo.

El autor de semejantes afirmaciones

Jan Gehl ha sido uno de los principales impulsores de la perspectiva humana en el diseño de corredores biológicos y espacios públicos, artífice de la peatonalización de su Copenhague natal, logró sacar los coches nada menos que del centro de Moscú, Melbourne y Shanghái entre muchas otras.

“El principal objetivo de los arquitectos ha sido mantener a los autos contentos”.

Hoy tiene 86 años, se graduó e hizo un máster en la Escuela de Arquitectura de la Real Academia Danesa de Bellas Artes en 1960, cuando estaba por poner sus conocimientos en práctica conoció a una psicóloga que sería su esposa: Ingrid Mundt. Dice que vivir con alguien que estudió personas en lugar de ladrillos cambió su modo de ver. Finalmente sus ideas sobre ciudades que puedan disfrutar las personas y en las que podamos vernos las caras se han convertido en un legado… al menos para Europa.

Salud Pública y paz social

Aunque su estudio ha desarrollado proyectos en San Pablo y Ciudad de México es en Latinoamérica donde la filosofía del arquitecto danés viene perdiendo la batalla por goleada.

No hay nada sorprendente en el incremento de la obesidad, las enfermedades cardíacas y respiratorias por inhalar humo de caños de escape, depresión y suicidios. Enfermedades crónicas en laberintos arquitectónicos modificables.

Reciclar, recuperar y regenerar los espacios públicos en los núcleos urbanos que ya existen para mejorar las condiciones de quienes allí viven y trabajan. Podría prevenirse el crecimiento de grupos que vociferan sobre los que tienen que irse anticipadamente en helicóptero… pudiendo admirar el paisaje.