• 18/02/2023

Más livianos

Más livianos

POR GUSTAVO RUCKSCHLOSS

Siempre que hago un viaje, en algún momento me pregunto lo mismo. Es una reiteración automática. Si soy capaz de vivir días con solamente lo que llevo en el equipaje.

¿Por qué el resto de mi vida, no vivo con lo mismo?  ¿Con la misma cantidad de todo? Salvando el mobiliario de los hoteles, que sería equivalente al de nuestra casa. Todo lo que usamos es más o menos lo mismo. Ropa, afeitadora, celular, calzado, cepillo de dientes y cosas por el estilo. 

Agregarle algún libro y otra muy poca ropa, por si refresca. Y no mucho más. Alguien dirá que hay que comer. Sí, es cierto, pero cuando vamos a un apart o equivalente, o llevamos algunas vituallas o comemos afuera.  

¿Por qué no hacemos lo mismo en la medida que se pueda? Los baños suelen ser estándar, las cocinas nunca como las que pretendemos en casa, los muebles suelen ser los indispensables.        

Se me dirá que eso es lo necesario para unos pocos días, nada más. ¿Por qué no puede ser para muchos días?    Todos los que entran en un año. ¿Cuál es la necesidad de tener más de todo?     

¿Acaso cuando estamos de paseo no lo pasamos bien con esa espartana dotación de cosas?  Se me dirá que para ejercer nuestros quehaceres hacen falta más cosas.  Sí, es cierto, pero ¿cuántas?  Porque si vaciamos todo lo que contiene una casa, llenamos un camión o más. La diferencia con el equipaje de los días felices es enorme, enorme.  

Supongo que pocos querrían vivir con el mínimo, pero siempre me parece que el otro extremo es exagerado.

Termino pensando que cuanto más livianos, somos más libres.