• 09/03/2024

Ficción y realidad

Ficción y realidad

POR GUSTAVO RUCKSCHLOSS

Puedo llegar a imaginar que, haciendo uso de su fama personal, Messi pida una entrevista personal con Vladimir Putin y, excepcionalmente se la concede.

En ella, consigue que este momento se vea como un empate a la contienda y el árbitro pare el partido.  Palabra más, palabra menos, consiguió una tregua.   

Luego llama al capo de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi y lo invita a tomar un café. Acepta y se juntan a tomarlo en El Vaticano. Junto al Papa gestionan y negocian hasta conseguir parar la guerra, tras largas charlas con Vladimir. 

Todo esto es posible; los tres son argentinos destacados, capaces que se juegan enteros cada cual en lo suyo. 

Son tres individuos. 

Juntos pueden mover el mundo.

Lo que no puedo imaginar es que aquí muchos argentinos nos pongamos de acuerdo en cosas positivas, constructivas para conseguir lo que sea.

No somos incapaces de conseguir varias voluntades capaces de pensar lo mismo.  No podemos ponernos de acuerdo entre diez personas, en nada.  Somos un montón de individualidades dispersas, sin pasión por LO COMUN, lo de todos, lo nuestro.   

Para colmo, los dirigentes son el sumun del individualismo arrogante y, lejos de sembrar concordia y sensatez, alientan facciones y divisiones.

Es el único país en el mundo donde lo que llaman grieta es más difícil de salvar que una guerra.