• 10/06/2023

Ausencias positivas

Ausencias positivas

POR GUSTAVO RUCKSCHLOSS

Muchas veces vivimos bien sin algo o alguien, y cuando reaparecen, recién allí valoramos su ausencia.

Confirmando que se estaba mejor sin ellos. Ocurre con «amigos» cargosos o negativos, Son esas personas que no extrañamos y que, cuando reaparecen, nos corroboran nuestra sensación. 

Pueden ser parientes o compañeros de trabajo que, cuando se van de vacaciones, nosotros también las disfrutamos….hasta que regresan. 

Puede ser el vecino o compañero circunstancial de estudio.  No tienen por qué  ser malas personas, simplemente no suman nada con su compañía o existencia; se está mejor sin ellos.  

Cosa parecida nos suele pasar con, por ejemplo, la multiprocesadora cada vez que se rompe o descompone. Aprendemos que picar a mano no es tan complejo ni cansador.

Nos damos cuenta que no tenemos que lavar, secar y ordenar tantas cosas como cuando hacemos lo mismo con esa máquina complicada. 

Exprimir a mano nos permite ejercitar los músculos y lavar solamente un par de cosas. No extrañamos el exprimidor. A veces, cuando no disponemos del auto, tenemos que hacer muchas cosas caminando y nos damos cuenta que sirve para  hacer el ejercicio  que hoy es obligatorio.

No se nos alteran los nervios con el anárquico tránsito ni gastamos en combustible. Sirve para conocer casas, negocios y gentes que andando rápido ni sabemos que existen, descubrimos el barrio y su micromundo.  Hasta que recuperamos el auto y todo vuelve a ser rápido, eficiente y desabrido.

Capaz que se deban incluir las separaciones sentimentales, esas rupturas que nos hacen ver que se está mejor solo que no tan acompañado.   

De lo que no tengo dudas es que siempre  estamos mejor solos que mal gobernados. Cuanto más chico es el pueblo y menos personeros públicos intervienen, las cosas suelen andar mejor. Y cuando el mandamás no está, todo sigue bien y a veces, hasta mejor.