• 12/05/2024

La extraña mujer que vivió hace 75 mil años

La extraña mujer que vivió hace 75 mil años

INVESTIGADORES BRITÁNICOS RECONSTRUYERON EL ROSTRO DE UNA NEANDERTAL ENCONTRADA EN UNA CUEVA DE IRAK QUE ESTUVO CERRADA DURANTE 50 AÑOS POR MOTIVOS POLÍTICOS

Un documental que circula en las principales plataformas televisivas muestra en plenitud el rostro de una mujer que vivió hace 75 mil años.

Investigadores británicos reconstruyen la cara de una neandertal a partir de miles de fragmentos óseos encontrados en una cueva en 2018. Ahora un documental permite visualizar todo este proceso.

Aunque los cráneos de los neandertales eran muy diferentes de los de los humanos, con enormes arcos superciliares y prácticamente sin barbilla, el rostro recreado sugiere que estas diferencias no eran tan pronunciadas.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge y de la de Liverpool John Moores ha logrado recrear el rostro de una mujer neandertal que vivió hace 75.000 años.

Mediante un minucioso trabajo de recolección y unión de fragmentos óseos, este grupo de arqueólogos y restauradores reconstruyeron el cráneo de esta mujer, el cual fue encontrado en 2018 en una cueva del Kurdistán iraquí.

Los resultados arrojan nuevas ideas sobre los neandertales y revalorizan la percepción de ser una especia bruta y poco sofisticada.

La Dra. Emma Pomeroy, paleoantropóloga de la Universidad de Cambridge, es una de las responsables de la investigación, según el documental.

El proceso comenzó en 2018, cuando arqueólogos de la Universidad de Cambridge descubrieron el cráneo de un espécimen neandertal al que bautizaron Shanidar Z, en honor a la cueva donde lo encontraron.

Investigaciones posteriores concluyeron que se trataba de una mujer, de unos cuarenta años de edad en el momento de su muerte.

Shanidar Z formaba parte de un grupo de cinco especímenes hallados justo detrás de una enorme roca vertical en el centro de la cueva, que pudo servir de indicador para que los neandertales enterraran a sus muertos en el mismo lugar.

Shanidar Z formaba parte de un grupo de cinco especímenes hallados justo detrás de una enorme roca vertical en el centro de la cueva, que pudo servir de indicador para que los neandertales enterraran a sus muertos en el mismo lugar.

Emma Pomeroy, paleoantropóloga de la Universidad de Cambridge, explicó que la extracción de los restos de Shanidar Z fue una operación muy delicada. Tanto es así que los huesos y sedimentos circundantes tuvieron que ser reforzados in situ con un material similar al pegamento antes de poder extraerlos en numerosos trozos pequeños envueltos en papel de aluminio.

En total, unos 200 fragmentos de cráneo se ensamblaron en un laboratorio de Cambridge, llegando a conformar un auténtico «puzzle en 3D», definieron los investigadores, sobre todo porque los fragmentos tenían una consistencia «parecida a la de una galleta mojada en té», cuenta Pomeroy.

La Dra. Emma Pomeroy y la conservadora principal, la Dra. Lucía López-Polín, quien reconstruyó a ojo más de 200 fragmentos del cráneo para devolverlo a su forma original.

Una vez reconstruido, el cráneo fue impreso en 3D, lo que permitió a dos reputados paleoartistas -los gemelos holandeses Adrie y Alfons Kennis- reconstruir su rostro aplicando capas de piel y músculos recompuestos.

Este trabajo se muestra en el documental «Secretos de los neandertales», producido por la BBC y difundido en Netflix la semana pasada que narra el proceso que estos investigadores llevaron a cabo, desde su descubrimiento hasta la reconstrucción de las facciones de esta especie, desaparecida hace 40.000 años.

La investigación demuestra que hubo cruces entre Homo sapiens y Neardentales y que en nuestro ADN casi todas las personas continúan teniendo rastros de ese entrecruzamiento.

Pomeroy, dijo que, pese a que se aprecian destacadas diferencias entre los cráneos de neandertales y los de los ‘sapiens’, no ocurre igual en el caso de los rostros, que cuenta con mayores similitudes. «Quizá es más fácil ver cómo se produjo el cruce entre nuestras especies, hasta el punto de que casi todas las personas hoy en día continúan teniendo ADN neandertal», agregó, en declaraciones recogidas por varias agencias.