CRISTINA Y MACRI NO SE HAN IDO

Los dos principales referentes de la política argentina han coincidido que no van a ser candidatos en las próximas elecciones. Si bien han dado justificaciones diferentes, quizás los motivos son similares.

Cristina Fernández no asimiló de la mejor manera ser condenada por la justicia, denunció persecución política y ser proscripta por lo que anunció que no iba a ser candidata.

Mauricio Macri asegura que no tiene necesidad de revancha y que pudo vencer su ego, lo que le permitió dar un paso al costado.

Quizás, en los dos casos saben que, más allá de ser los referentes de sus espacios, no les alcanza para ganar. No sirve tener un piso de votos alto si al mismo tiempo tienen un techo demasiado bajo para aspirar imponerse en una hipotética segunda vuelta.

No ser candidatos no quiere decir que se vayan.

Lo demuestra Cristina, siempre en el centro de la escena. No hay semana que sus principales dirigentes rompan esquemas. Siendo muy duros con el propio presidente que ella puso, denunciando a jueces o criticando a periodistas, la presencia de CFK está más allá que no se la vea directamente.

Y, con Axel Kicillof, conserva el mayor distrito del país, además de manejar las más importantes cajas de la política como ANSES y PAMI.

Puede ser indiferente hacia Alberto Fernández, puede alejarse de la gestión presidencial pero no retira su gente de los “cotos” de poder.

Lo demuestra también Macri. La misma semana que anuncia que no será candidato, se instala en la Ciudad de Buenos Aires, va a todos los programas, participa de eventos, demostrando que sigue siendo la principal figura de su espacio.

Juega para Horacio Rodríguez Larreta pero al mismo tiempo le da un fuerte respaldo a Patricia Bullrich.

Se retira de la pelea por el poder, pero impone a su primo Jorge Macri como principal candidato en la Ciudad de Buenos Aires.

Y ahí empieza el gran dilema para los dirigentes que buscan el espacio dejado por ellos.

¿Puede alguno enfrentarlos y quedar en pie electoralmente hablando?

El experimento del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, de lanzar un peronismo del centro junto a sus pares de Santa Fe y Misiones y tratando de sumar al salteño Urtubey y a Florencio Randazzo en Provincia de Buenos Aires, tiene un “pequeño” inconveniente. Mide menos de dos puntos en el país, casi en la categoría “otros”.

Incluso, Alberto Fernández mide más que ellos, lo que a esta altura es mucho decir.

Y los posibles candidatos como Sergio Massa o Wado De Pedro, sólo llegan con Cristina detrás.

Por su parte, Horacio Rodríguez Larreta siempre se sintió un socio de Macri, nunca lo vio como un jefe. Por eso para quienes conocen la vida interna del PRO, aseguran que el expresidente está buscando instalar a Patricia Bullrich. Y sólo terminaría aceptando al Jefe de la Ciudad de Buenos Aires si no tiene más opción.

Mauricio y Cristina renunciaron a ser candidatos, no al poder…