• 01/04/2023

Una serie rescata la vida, la gloria y la muerte de Ringo Bonavena

Una serie rescata la vida, la gloria y la muerte de Ringo Bonavena

La historia del boxeador argentino de peso pesado Oscar Ringo Bonavena se cuenta en la nueva serie Ringo. Gloria y muerte, que llegó este 24 de marzo a Star+. Sus orígenes, ascenso y caída son explorados en esta producción biográfica que protagoniza Jerónimo Giocondo Bosia.

 “Buscando reavivar su carrera, el boxeador argentino de la categoría pesado, Oscar Ringo Bonavena, llega a Nevada en 1976. Sin saberlo, se involucra con la mafia del juego, liderada por Joe Conforte, quien le promete un futuro exitoso. Ringo vivirá sus últimos tres meses de vida con la esperanza de conseguir una pelea final con Muhammad Alí, pero terminará asesinado en circunstancias poco claras”, sostiene la premisa oficial del título.

La escena de la serie que muestra a Ringo rumbo al ring para enfrentar a Cassius Clay.

A lo largo de siete episodios de 40 minutos de duración cada uno, la ficción retrata la excéntrica y carismática personalidad que caracterizaron a este personaje que no solo se desempeñó como púgil, sino también como un showman mediático. Empieza por los primeros hechos que marcaron su carrera deportiva, pasando también por su salto a la fama con sus apariciones en la televisión, así como su presencia en el teatro y estudios musicales. La trama se ambienta entre la década de los 60 y los 70.

Un ídolo del boxeo y del entretenimiento

Pero… ¿Quién fue el mítico deportista dentro y fuera del ring?

Ringo Bonavena nació en 1942 en el barrio de Boedo, Buenos Aires, y su familia era de clase trabajadora. Tuvo que abandonar la escuela primaria por escasos recursos económicos y su pasión por el boxeo lo llevó hacia las ligas profesionales. Pese a que comenzó recibir buenas sumas de dinero por sus peleas en Estados Unidos, nunca dejó de ser un hombre del pueblo que debía lealtad a su madre, su comunidad y al primer club que le abrió las puertas.

Paralelamente a la rutina del ring y los guantes, Ringo. Gloria y muerte profundiza en el talento artístico de esta célebre figura de Argentina. Ganó los corazones del público por su provocadora e hilarante actitud ante sus contrincantes, pero ese encanto también le permitió ser invitado a programas de televisión e, incluso, documentar los domingos de almuerzo familiar junto a su madre, Doña Dominga.

Asimismo, tuvo apariciones en el recordado programa cómico Viendo a Biondi, conducido por Pepe Biondi; debutó en el teatro junto a la actriz Zulma Faiad; y grabó la canción “Pío Pío Pa”, compuesta por Dino Ramos, junto a la banda uruguaya Shakers. Sin duda, fue considerado un ídolo pop en su país.

Sally y Joe Conforte

La historia del mafioso y su esposa Sally

Pero la serie no sólo cuenta la historia de Bonavena sino que también va relatando la de su muerte en un burdel y la del mafioso Joe Conforte y su mujer Sally, tristemente recordados por los argentinos que quisieron al boxeador.

Ringo estaba sentado en la barra del Mustang Ranch. “Oscar, se acabó el juego”, le advirtió el dueño del burdel más popular de Nevada. “Sé lo que está pasando”, le dijo antes de asegurarle que conocía la relación que mantenía Bonavena con su esposa Sally Conforte.

Aquella escena bien pudo ser el principio del fin para Bonavena. Días más tarde, su pecho era perforado por un disparo de la escopeta Remington 30-0 de William Ross Brymer –uno de los laderos de Conforte–, y el cuerpo de Ringo quedaría tendido sin vida en la puerta del burdel. Joe aseguraría, tiempo después, que en ese momento estaba durmiendo en su habitación tras haberse tomado dos Elavil, un tranquilizante que consumía.

Joe Conforte le dijo a Ringo Bonavena: “sé lo que está pasando”, advirtiéndole que conocía la estrecha relación con su esposa Sally.

Joe Conforte quedó impregnado por siempre en la memoria popular argentina por el asesinato de Oscar Ringo Bonavena, un hecho que fue también el principio del fin para su poder omnipresente y que lo transformó en un prófugo VIP por el resto de su vida.

William Ross Brymer disparó y asesinó a Ringo Bonavena

Conforte era un siciliano que un día emigró de su pueblo natal y pasó a manejar un taxi que sería el comienzo de su reinado: se adentró en el mundo de la prostitución. Fundó diversos burdeles ilegales, pero durante años generó una telaraña de poder que decantó en la legalización de esa actividad. Su figura fue investigada por los periodistas Warren Lerude, Foster Church y Norman Cardoza, quienes en 1977 ganaron el Premio Pulitzer por sus “editoriales que desafiaron el poder del dueño de un burdel local”. También inspiró la película Love Ranch (2010), que tuvo a Joe Pesci –quién otro podría– interpretándolo y a Helen Mirren en el papel de Sally Burgess Conforte.

El cuerpo de Ringo Bonavena (marcado por la flecha) en la entrada del Mustang Ranch, en Las Vegas

Dos cosas negó sistemáticamente: ser un mafioso y tener alguna influencia sobre el crimen de Bonavena. Su imperio con aroma criminal lentamente comenzó a desmoronarse tras la muerte del boxeador argentino en mayo de 1976, aunque nunca terminó de derrumbarse definitivamente.

Joe Pesci y Helen Mirren, en el film «Love Ranch»

Joseph Conforte se convirtió en un mito hasta estos días. Desde los 80 en adelante, vivió como un prófugo saltando desde Brasil a Chile y hasta tuvo distintos pasos con identidades falsas por Argentina. Hasta que su nombre volvió a resurgir tras el estreno de la serie “Ringo, gloria y muerte” (Star+) que repasa la vida del púgil.

La vida de Bonavena también se entrelaza con San Juan, por su histórica pelea con Goyo Peralta

Bonavena fue sin duda un gran personaje. Y como todo personaje necesita de una contrafigura para entrar en la pasión popular.

Si hubiera que poner una fecha a ese momento habría que mencionar el 4 de septiembre de 1965 cuando una pelea paralizó al país desde varios días antes y hasta muchas semanas después.

Fue ese día preciso cuando el Luna Park batió un récord jamás superado25.236 espectadores pagaron su entrada (13 millones de pesos de la época, equivalentes a 55.000 dólares) aunque en realidad se calculó que eran casi 30.000 las personas que se hallaban apiñadas en el estadio, más otras 5.000 que al no poder ingresar siguieron la pelea con sus radios portátiles en las inmediaciones de Corrientes y Bouchard.

Bonavena y Goyo Peralta. La pelea que batió todos los récords de público.

Fue para el boxeo algo similar –nunca igual- a lo que noches atrás representó el festejo de la selección campeona del mundial Qatar 2023. miles de aficionados viajaron desde el interior y al mismo tiempo figuras del espectáculo, del fútbol, de la política, de la televisión y del empresariado aseguraron sus localidades próximas al ring pagando «lo que fuere» con tal de estar…

Bonavena y el sanjuanino Goyo Peralta resultaban asimétricos, diferentes en todo: desde los estilos y los comportamientos sociales hasta en las ideas políticas de cada cual.

Bonavena era peleador, Peralta boxeador

Bonavena tenía 22 años, era histriónico, osado, transgresor: «Que lleve la cédula porque después de la pelea no lo va a reconocer ni la madre», decía.

Peralta tenía 30 años, era discreto, recatado, respetuoso: «Hablaremos sobre el ring, estoy muy bien preparado para hacer una buena pelea», repetía.

Bonavena venía de hacer diez peleas en los Estados Unidos con una sola derrota ante Zora Folley.

Peralta le había ganado en los Estados Unidos dos veces al retador uno Wayne Thorton y perdido con el campeón mundial Willie Pastrano por una herida en la ceja derecha (6° asalto) por el título mundial de los medio pesado.

Bonavena se había ido a radicar y profesionalizarse a Nueva York sancionado por la Federación Argentina de Box como boxeador amateur –un año de suspensión– por haberle mordido la tetilla derecha a Lee Carr en una pelea durante los Juegos Panamericanos de San Pablo en 1963.

Peralta tenía 30 años y Bonavena 22. Fue sin duda la pelea más esperada.

Peralta había sido contratado para pelear en Miami y Nueva York como estrella ranqueada para disputar la corona mundial.

Bonavena era resistido por el público del Luna Park por sus declaraciones peyorativas y soberbias contra sus rivales.

Peralta era amado por su comportamiento correcto y sus austeras manifestaciones públicas.

Bonavena se había concentrado en la «Hostería del Ciervo Blanco» en San Martín (Gran Buenos Aires) e iba a entrenarse al Luna Park sin negarse a concurrir luego a cuanto programa de televisión o redacción de medios se lo invitara.

Peralta se concentró en el hotel «Mon Petit» de Villa Carlos Paz, Córdoba, para estar lejos de todo y trabajar sólo para la gran pelea.

Bonavena, de familia radical, era un gran antiperonista.

Peralta, en cambio, era un peronista agradecido por la ayuda que Perón les había dado personalmente a su familia en 1944 tras el terremoto de San Juan, su provincia natal.

Bonavena quiso subir al ring con una inscripción en su bata que rezaba: «Las Malvinas son Argentinas».

Peralta hizo esfuerzos para llevar en la espalda de su «robe de chambre»: «Perón Vuelve» o «Viva Perón».

Las chicanas, las amenazas, la enemistad, los golpes y la grieta no pudieron separarlos; Bonavena y Peralta quedaron unidos en la historia por la gloria de una noche inolvidable.

Tras el triunfo por la decisión unánime de los tres jueces, Ringo levantó los brazos y cuando Peralta lo fue a felicitar el rostro antes suficiente se transformó en una mueca de incontenible llanto infantil.

Mientras la multitud dejaba lentamente el estadio y generaba los foros esquineros del debate infinito, Bonavena quedaba consagrado y Peralta sostenía su respetabilidad de guapo y caballero.

Su velatorio, efectuado en el estadio Luna Park, congregó multitudes. Hubo que abrir las puertas del estadio antes de tiempo por la presión popular.

El funeral de Ringo fue en el Luna Park, el estadio que lo vio consagrarse la noche del récord y la grieta y lo despidieron 100.000 personas acongojadas.

El corazón de Goyo Peralta se detuvo sin luchar y murió en soledad a los 66 años en el hospital Italiano de Rosario, el 3 de octubre de 2001.

Y un día Bonavena vino a San Juan

Quizás fue porque lo había invitado un medio de difusión o porque deseaba conocer la tierra donde nació Goyo Peralta lo concreto es que en 1969, Ringo  llegó a la provincia acompañado por su hermano. Llegó conduciendo un auto Mercedes Benz y permaneció varios días en San Juan. Aunque ya poco carretel le quedaba como boxeador, la fama de Oscar Natalio “Ringo” Bonavena era increíble. Bastaba que caminara por alguna de nuestras calles para que se juntara gente a su alrededor.

Se alojó en el Hotel Nogaró y estuvo en los medios de la época –Diario de Cuyo, Canal 8, Radio Colón- mientras era seguido por decenas de admiradores.

Ringo Bonavena en Canal 8: Esta fotografía lo muestra con un cigarrillo en la mano en los estudios de Canal 8 junto a los periodistas Juan León Roldán Moreno y Juan Carlos Iglesias. (Foto proporcionada por la familia Estornell).
En esta foto aparece durante una visita que realizara a Canal 8 donde fue recibido por los conductores del Noticiero: Juan Carlos Iglesias y Juan León Roldán Moreno. En esta foto “Ringo” aparece acompañado por su hermano y un amigo. (Foto proporcionada por Juan León Roldán Moreno).
Ringo Bonavena en el Nogaró: Durante la estadía de “Ringo” Bonavena en San Juan, se alojó en el Nogaró con su hermano Juan (quien aparece en el extremo derecho) y como no podía ser de otra manera, los mozos del hotel, Julio Alcaraz, Carlos Balmaceda, Palito, Juan Álvarez y Luis Flores, quisieron fotografiarse con él en la piscina. (Foto proporcionada por Palito González).
Se codeó con figuras y estrellas del mundo. Aquí, Junto a Elvis Presley. En Estados Unidos le decían: “Ringo, el Beatle latinoamericano”
Ringo Bonavena y su esposa Dora
Foto Histórica del Boxeo Argentino.
Entrenamiento de Carlos Monzón y Victor Galindez (de espalda) junto Amilcar Brusa y el preparador fisico Patricio Russo, bajo la atenta mirada de Oscar Bonavena.

LA PELEA CON MUHAMMAD ALÍ

Se enfrentaron en el Madison Square Garden el 7 de diciembre de 1970. Protagonizaron una de las peleas más vistas en la historia del boxeo. El norteamericano se quedó con el triunfo en el último round.
Ringo Bonavena viajó a Estados Unidos en búsqueda de una hazaña. Peleó con miles de personas en su contra y ante el mejor boxeador de los pesos pesados. Perdió en el último de los quince rounds que disputaron y luego de caer tres veces a la lona.
La pelea no tuvo un título en juego pero tuvo una enorme relevancia internacional. Fue transmitida por televisión en vivo para la Argentina y generó que una multitud de argentinos siguieran el combate de uno de los boxeadores más importante que tuvo el país.

Durante el pesaje, Ringo Bonavena le decía “chiken” a Clay, por haber desertado de ir a Vietnam. Mientras tanto, se deleitaba haciéndole morisquetas
Una de las veces que el norteamericano cayó a la lona, debido a la potencia que tenía Bonavena. La pelea duró los quince asaltos.