El trasplante renal ahorra dinero

La insuficiencia renal crónica es uno de los principales problemas actuales por las consecuencias en la calidad de vida más la carga de trabajo y económica para el sistema de salud de cualquier país. Se incrementará porque la población va envejeciendo, y aumentando en cantidad, junto a la mayor frecuencia de las condiciones que la provocan: diabetes, hipertensión y obesidad.

Desde el punto de vista de la salud pública es más eficiente promover la realización de trasplantes, en segundo lugar diálisis peritoneal y desalentar la hemodiálisis, aunque la disponibilidad y el acceso a los diferentes tratamientos de la enfermedad renal llamada terminal requieren cuidadosas evaluaciones particulares.

Necesidad de datos latinoamericanos

En Argentina y Uruguay, mejoraría el rendimiento de los recursos económicos asignados a esta enfermedad si se aumenta la cantidad de pacientes en diálisis peritoneal y las tasas de donación para trasplantes.

Las conclusiones surgen de una investigación publicada en la Revista Panamericana de Salud Pública en 2021 por el Dr Santiago Torales. Obtuvo el título de médico en la Universidad Nacional de Córdoba en 1994, completó un Magíster en Economía y gestión de salud en la Universidad ISALUD 2008, trabajó en el Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe entre 2015 y 2020, Director de Investigaciones en salud del Ministerio de Salud de la Nación y Coordinador de Servicios Sanitarios de la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos en Guatemala.

Capacitación profesional e infraestructura tecnológica y edilicia

En 2019 Argentina gastó en números redondos por cada paciente con enfermedad renal terminal 34.000 dólares, con 35.625 pacientes significan casi 1.120 millones de dólares anuales.

25.935 pacientes en hemodiálisis en nuestro país, 8193 trasplantados renales y 1496 en diálisis peritoneal de acuerdo al estudio liderado por Santiago Torales en ese año.

Si los donantes se incrementaran solamente 0,1% y se realizaran 36 trasplantes más en un año, de pacientes que actualmente reciben hemodiálisis, se evitarían 20 muertes y se ahorrarían 141.756 dólares.

Si esas 36 operaciones se llevaran a cabo en pacientes que hoy se tratan con diálisis peritoneal se evitarían 10 fallecimientos y el ahorro sería de 673.570 dólares.

Por supuesto existen también fármacos modernos para no llegar a etapas avanzadas de esta grave enfermedad.