La inteligencia artificial y la economía

En estos días se conoció un nuevo informe del “Foro Económico Mundial” sobre el impacto que tendrá la “inteligencia artificial” en el mundo del empleo. El documento estima que un cuarto del total de empleos, tendrá cambios significativos donde las “maquinas” sustituirán parte del trabajo de las personas.

No es extraño que la sistematización de las tecnologías sustituye el trabajo humano mejorando la productividad y ahorrando esfuerzo. Sin embargo, hasta hace unos años todas las decisiones de las máquinas estaban ordenadas por las personas y respondían a algoritmos predeterminados. El control era 100% humano y la tecnología facilitaba y sustituía acciones repetitivas, riesgosos, pesadas, entre otras.

El desarrollo tecnológico no paró y los ordenadores, ya no sólo responden a las “instrucciones humanas” sino que toman sus propias decisiones. Los algoritmos ya no sol lineales, sino que aparecen en frente de la máquinas, múltiples opciones de las que seleccionará la que considere más apropiada a los objetivos, las circunstancias y los riesgos. Esas elecciones ya no están en manos de quién controla sino de la propia tecnología.

Las consecuencias en la economía son significativas y también en la organización social. Desde los sistemas de educación y aprendizaje la atención sanitaria, las profesiones de abogados, ingenieros, arquitectos, la tarea de jueces, la producción de autos, o el diseño de ropa; y muchas actividades productivas y de servicios; estarán impactadas.

Así las cosas, podríamos afirmar entonces que las máquinas pueden resolver mejor todos los problemas que tienen los sistemas y las personas. Sin embargo, la inteligencia artificial, aún no llegó al manejo de la “economía”. Sus impactos sobre el sistema de producción, así como los canales de comercialización y la logística, son innegables y configuran nuevos modelos de generación, distribución y financiación de los mercados. Pero aún no logran sistematizar las decisiones de los agentes económicos.

En un sistema económico la decisión de sus agentes determina el comportamiento del mismo. Estas decisiones muchas veces están inspiradas en la “racionalidad” (un tipo de inteligencia), pero también se ven influidas por las emociones, las expectativas y la intuición. Las máquinas, se manejan con algoritmos racionales, pero todavía no sienten, intuyen o sueñan. Las decisiones económicas todavía están lejos de la racionalidad de la inteligencia artificial y por ello, todavía hoy cuesta que se puedan resolver problemas de la macroeconomía con sistemas racionales, sistemáticos y ordenados. Las decisiones en la economía como ciencia social, continúa siendo patrimonio de las personas. Sin embargo, los resultados no parecen ser alentadores. ¿Será la inteligencia artificial, la solución, o tendremos que buscan nuevos modos de resolver la cuestión económica?