• 24/06/2023

En secreto

En secreto

POR GUSTAVO RUCKSCHLOSS

Uno debería tener algún secretito liviano siempre a mano para sentir esa sensación de misterio, de algo exclusivo, de algo que nos guste tener oculto.   

Comer alguna golosina a escondidas, ver videos, tener algún libro indecente, un dolor, una alegría, algún crimen, correos exclusivos, cochinadas en internet.   

Lo que sea debe ser pequeño o poco para que podamos mantenerlo con discreción. Cosa difícil de ocultar sería un perfume o un camote furtivo.   

Entre los pequeños secretos el típico de los abuelos que esconden un salame en el ropero o de los adolescentes que fuman (o se drogan) a escondidas o tener dos o tres amantes sin que se libren pedidos de captura.   

Uno que ha llamado la atención es el que tiene Putin para satisfacer su vanidad. Entre los también comunes, está el de hacerse la chupina al colegio o al gimnasio; el querer robarle la novia al amigo.   

Si uno quiere saber de alguno ajeno, hay que tomar coraje y arriesgarse a revisar el celular de la pareja, si se puede, si no está recontra encriptado y bloqueado. Aunque, hoy el mundo digital permite infinidad de secreto; aunque, también siempre hay alguno más versado que uno y descifra todo.   

Más livianos son los de salir un rato antes del trabajo y tomarse una birra por el camino. Salir con los muchachos de la barra diciendo estar laburando. O piropear a la vecinita de enfrente cuando no está su marido. Algo más complicado es tener una cuentita de miles de dólares, a escondidas, en especial, de la afip, para solventar algún vicio.   

Lo que sea, debe ser algo prohibido, mal visto, pero sobre todo envidiable, para justificar lo de ocultable; si no, no tiene gracia.