• 24/06/2023

Que los administrativos no se coman a la jurisdicción

Que los administrativos no se coman a la jurisdicción

POR EDUARDO QUATTROPANI

Ser juez es un muy alto honor que la República le confiere a un ciudadano, concepto aplicable, también, para Fiscales y demás operadores del sistema de justicia. Esa es una máxima de la que se deben desprender consecuencias ineludibles y principios innegociables de la organización judicial.

Dicho con toda claridad, no existe Poder Judicial posible, sano, constitucional, sin la presencia de Jueces fuertes, libres, independientes; expresado de otra manera, toda la organización judicial se justifica en razón de los Jueces, caso contrario, se subvierten los valores.

Planteo esto porque, junto a otros, creemos advertir un gravísimo avance de la burocracia administrativa por sobre los magistrados, avance que no parecería casual sino fruto de una estrategia dirigida a tal fin.

Bajo la plausible idea de liberar a los Jueces de las tareas meramente administrativas, se les ha hecho perder el efectivo manejo de las causas, de la tramitación de estas, del conocimiento del despacho, y para más, se ha insertado la figura de supuestos “asesores jurídicos de los jueces”, que en verdad actuarían como delegados jurídicos, casi veedores, de las autoridades. Eso parecería pasar.

Como consecuencia de esa llamativa organización se naturalizan reuniones de Jueces, asesores y demás, con quienes, al parecer, se sentirían habilitados para dar instrucciones, por ejemplo, sobre la interpretación de leyes y sentencias. Todo  un tema.

¿Pasa eso en el Ministerio Público? De ninguna manera, aun cuando es un organismo de organización jerárquica, se ha cuidado y se cuida al extremo que los administrativos ocupen su lugar, sin desbordes, sin derecho a articular con sus miembros. Véase como testimonio la organización de las Unidades Fiscales.

Esta columna, aunque puede resultar densa y aburrida, créanme, aborda o intenta abordar una temática muy preocupante e importante, de la que prometo ocuparme con preferencia en el futuro.

Que sean los jueces quienes decidan libremente y con independencia de criterio hace a una efectiva justicia.