Faltan talentos ¿Se resuelve con el mercado?

En el año 2013, la OPS (Organización Panamericana de la Salud) afirmaba: “En el mundo faltarán 12,9 millones de trabajadores de la salud en 2035. En la actualidad esa cifra se ubica en los 7,2 millones, indica un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzado hoy, y que advierte que si no se aborda este problema, podría tener serias implicancias para la salud de millones de personas en todas las regiones del mundo.”. Sin embargo, muy pocos se percataron de este pronóstico y los sistemas de salud en el mundo hoy están en crisis, por la falta de agentes sanitarios entre médicos, bioquímicos, odontólogos, entre otros.

Muchos confiaron en que la escases de recursos, incrementa su precio y esto estimula al crecimiento de la oferta. Este postulado tal vez sea factible para la soja, carne, componentes electrónicos, o canchas de paddle. Pero cuando se trata  de especialidades, formación humana, o servicios personales, el mercado ya no es tan efectivo. Lleva muchos años y no solo el tiempo desarrollar perfiles competitivos en algunas áreas estratégicas como la salud, educación, investigación, ciencias duras, habilidades blandas, que demandan, estrategias y herramientas fortalecidas por los estados y acompañadas por los ciudadanos.

Las crisis sanitarias en distintos países del mundo evidenciadas con mayor crudeza luego de la pandemia COVID 19 no podrán ser revertidas ni sustituidas en el corto plazo. A modo de alternativa el OMS (Organización Mundial de Salud) hace pocos días ha recomendado el autocuidado como un modo de compensar la falta de recursos en el sector incluso justificando la tan temida automedicación. El mal menor, como salida.

Pero la salud no es el único sistema en crisis. La educación a nivel global, y en particular en nuestro país, transita similares caminos. El deterioro de la calidad educativa es creciente y persistente. Nuevamente fue la pandemia global que dejó en evidencia esta problemática pero las causas son más antiguas y profundas. Los recursos didácticas y la formación docente son del pasado para preparar personas que tienen que enfrentar desafíos del Futuro. Dicho de otro modo las herramientas que provee el sistema ya estás obsoletas, o responden a otros modelos de mundo. Acá la crisis no solo es de cantidad de oferentes sino también en la calidad de los servicios educativos.

Mientras que hay sectores del desarrollo económico que no encuentran oferta de personas preparadas para responder a sus demandas, otros encuentran exceso de agentes dispuestos a trabajar. Existe un claro desbalance que el mercado no ha podido resolver.

Está claro. Pero lo cierto es que el mercado dispone como mecanismo de asignación de los recursos el “precio”. Esta herramienta fue muy útil durante mucho tiempo y en particular en la segunda mitad del siglo pasado. Pero en la actualidad el desarrollo y retención de los talentos, ya no alcanza con el pago. Se requieren estrategias que incluyan condiciones calidad de vida, contención y un sistema que acompañe en cada etapa. El Mercado no cuenta con esas herramientas y el futuro está en riesgo. ¿Seremos capaces de revertir esta tendencia, o la realidad nos dará un cachetazo para reaccionar?.