De palabras en juegos populares de la Argentina (Primera parte)

Esta recopilación fue realizada por la Profesora investigadora del INILFI Manuel Alvar Silvia Giménez en calidad de Adscripta  al Proyecto “Fondo Vidal de Battini, 1950” (FONVIBA, Patrimonio de la UNSJ).

La Burra 

Se juega a la sombra de los árboles en días calurosos. Una niña es burra y se halla a unos cuantos pasos de las demás, y a su lado, tapándole la cara (los ojos) se encuentra la niña que dirige, quien después de dar al oído a cada participante un nombre (de flor, diario, revista, cantante, etc), llama a una, por ejemplo alelí. Esta se dirige despacio hacia la burra, y tratando de no ser reconocida le da un suave tirón de cabellos y se retira del lugar. Todas saltan y dicen: chocolate, chocolate. La dirigente deja los ojos de la “burra” en libertad para que esta trate de verificar en los modales de sus compañeras quién le tiró los cabellos. Si acierta, la compañera descubierta pasa a ser burra.

Qué lindo pisar las cebollas

En este juego participan tanto varones como niñas. El lugar elegido para jugarlo se divide en dos zonas, en una está un solo niño que es el dueño de casa, en la otra parte los niños forman una hilera  y piden permiso al dueño de casa para pasar al fondo con cualquier pretexto (sacar la pelota que cayó en él, bañarse en el río, cortar unas flores, etc).

El dueño de casa los deja pasar recomendando a cada uno no pisar las cebollas que tiene plantadas en la huerta. Una vez que han pasado todos los niños, forman un grupo y gritan saltando “qué lindo pisar las cebollas”. El dueño de casa trata de alcanzarlos, si logra tomarlos quedan prisioneros y los compañeros van en su auxilio.