• 09/09/2023

Las adivinanzas eróticas (1ra. parte)

Las adivinanzas eróticas (1ra. parte)

POR AÍDA ELISA GONZÁLEZ

Nuestra vida está llena de enigmas y misterios. Y muchos nos sentimos fascinados por el desafío que implica la resolución de esos sucesos. Así, constantemente nos estamos preguntando acerca del porqué de muchos acontecimientos, aunque para algunos la respuesta no llegue nunca.

En este contexto, precisamente, se sitúan las adivinanzas. Son composiciones poético-populares, anónimas, propias de la oralidad, es decir, “materializadas a través de la palabra y sostenidas por los andariveles de la rima y el ritmo, que nos proponen el descubrimiento de algo escondido tras el velo de una estrofa” (Quiroga Salcedo 1997:16).

De modo que dichas composiciones explicitan claramente un juego oral del que escucha y necesita descubrir acerca de qué le están hablando, y el propósito críptico o velado del que habla. Y en este juego, se accede a los secretos por el atractivo camino de la inteligencia, como una manera de ver la realidad desde una óptica o tamiz diferente.

El proceso que se pone en juego ante el secreto de una adivinanza implica ir de lo general a lo particular, de la expansión descriptiva del significado (ya se trate de una persona o de un objeto) a la reducción a una sola imagen; imagen que no se verbaliza y que, sin embargo, se debe descubrir.

La publicación  compendia un conjunto de adivinanzas, que provienen de fuentes orales y escritas  denominadas eróticas.

Consideramos como eróticas aquellas adivinanzas o acertijos cuyos textos o cuyas resoluciones aluden al amor sensual, carnal, al amor pleno; aquellas piezas que”sin remilgos (aunque no sin elegancia), sin complejos y sin referencias a cualquier sentimiento de culpabilidad, exaltan el amor verdadero, es decir completo, feliz, triunfante.” (Alzieu, Jammes, Lissorgues 1983: IX).