• 14/10/2023

Lujuria

Lujuria

POR GUSTAVO RUCKSCHLOSS

Mi celular es muy esbelto y fino, es precioso. Para preservarlo le he puesto un film que le protege la pantalla. Además, lo he forrado con una funda plástica por fuera, para amortiguar los posibles golpes.

Tengo un teclado portátil para mi PC. Es pequeño, liviano, negro mate y con  teclas redondas. Es precioso y me dan ganas de acariciarlo todo el tiempo.

Lo prendo y lo apago cada dos por tres porque funciona con baterías pequeñas y no quiero quedarme sin baterías un domingo. Así que mi celular luce como un zocotroco por protegerlo. Entonces no me gusta tanto como cuando está desnudo y es bello. Algo parecido como con las mujeres. Mezquino el teclado que tanto me gusta para economizar baterías…y no los disfruto.

Leyendo alguno de los miles de consejos que hoy inundan por internet, recapacité y me dije que si no disfruto las cosas ahora ¿cuándo lo haría?   

Miré el calendario, miré el día radiante de primavera y cual si fuera una bella mujer, desnudé al celular, lo acaricié y besé, ¡fue hermoso!   

Para completar mi noche de lujuria, me fui  a la cama con el teclado prendido y vital. Me puse a disfrutar sin control, como alguien que se  da un obsceno gusto…ahora que todavía puedo. Porque si no ¿cuándo?