• 18/11/2023

Fin de la espera, nuevo ciclo se asoma 

Fin de la espera, nuevo ciclo se asoma 

POR MARCELO DELGADO

Mañana culmina un largo 2023, marcado por el ritmo y la volatilidad electoral. Algo que aprendimos en este año es que los votos no tienen dueños y que las encuestadoras tendrán que cambiar sus métodos de trabajo.

El mercado también tuvo varias lecciones. Generalmente, los operadores se anticipan a las conductas sociales y resuelven previendo lo que viene. Tanto en las primarias como en las generales, equivocaron las previsiones y posiciones de cobertura.

Finalmente, los operadores y agentes económicos evitan decisiones de mediano a largo plazo hasta la llegada de un nuevo gobierno, para reducir la incertidumbre y escoger las mejores opciones. Acá también, muchos que especularon en dólares perdieron muchos pesos. Otros apostaron al caos y perdieron ventas. Muy poquitos ganaron con la histeria de consumo, remarcando desmesuradamente y abusando de sus clientes.

Pero al final, este domingo se terminan las especulaciones, y al cierre del día sabremos quién será el titular del ejecutivo para los próximos cuatro años.

Sin embargo, el lunes no habrá cambiado nada. Al menos, hasta el 10 de diciembre, tendremos las mismas reglas, incertidumbres y condiciones. La diferencia estará marcada por los anuncios que realice el candidato más votado. La confirmación de los miembros de su gabinete, algunas medidas que proponga, el desarrollo de una cortísima transición, el humor social, serán algunos condimentos esperanzadores o bien resignación y temor.

Termina la espera y la tarea del ganador será darle impulso a “un nuevo ciclo” que en breve comience a desplegar las promesas de campaña, responder a las ilusiones depositadas en las urnas y sacar a la Argentina de un largo periodo de inacción.

La economía no solo requiere nuevas reglas para dar a luz un nuevo ciclo, sino también recrear la confianza. Por ello, fortalecer las instituciones republicanas, garantizar justicia, transparencia en la gestión, idoneidad de los funcionarios públicos, planificación de mediano a largo plazo; entre otros, constituyen insumos básicos para volver a creer. La cultura del trabajo es la base de un proyecto individual, pero también es un desafío de una salida colectiva.

La transición es un camino entre dos destinos. El que se deja con el que se busca. Cada cuatro años se renueva la esperanza de un destino mejor para todos. Esta vez no es la excepción y el periodo institucional que llega nos invita a ser protagonistas del país que soñamos y tal vez merecemos. Será entonces una oportunidad para trabajar individual y colectivamente, para que este nuevo ciclo sea mucho mejor que el que dejamos, o a fines de 2027 nos estemos lamentando los cuatro años perdidos. Un nuevo ciclo o más de lo mismo depende de nosotros.