• 24/02/2024

¿Dónde está el Chapulín Colorado?

¿Dónde está el Chapulín Colorado?

POR MARCELO DELGADO

Los que peinamos canas, recordamos con nostalgia y cariño, los personajes creados por el inolvidable Chespirito – Roberto Mario Gómez Bolaños. El Chavo del 8, seguramente el más trascendente. Pero, probablemente, el más ocurrente, era el “Chapulín Colorado”, un superhéroe, torpe, distraído, ingenuo; que al final resolvía la situación. Aparecía, cuando frente a un problema complejo, la víctima decía – “Ahora, quién podrá ayudarme”.

De manera mágica, se hacía presente, un pequeño (chapulín) personaje, vestido de rojo, con unas antenas en su cabeza; que comenzaba su tarea de salvar a la víctima. Muchas veces complicando más las cosas, poniendo aún más en riesgo a las víctimas, pero al final; los débiles, desamparados, vulnerables, amenazados; encontraban una salida, que sería celebrada con freses como: “no contaban con mi astucia”, o “lo tenía fríamente calculado”.

Su historia, consta de 260 episodios, con toda clase de problemas resueltos; que divirtieron a varias generaciones, de los años 70´.

En los últimos 30 años, salvo algunas excepciones, los vulnerables y desamparados en nuestro país, fueron creciendo en proporción de manera sostenida, hasta llegar a la friolera cifra del 57% de pobres, en el mes enero de este año, según la Universidad Católica Argentina.

Esta pobreza, medida por el nivel de ingresos, se acrecienta al ritmo de la inflación. Pero la situación económica, no es la única razón del deterioro de la calidad de vida de las familias, y en particular de niños y adultos mayores; sino que las causas son multidimensionales. Las dificultades para acceder a la salud, educación, al primer empleo de calidad, vivienda digna, se suman una deficiente alimentación, y van transformando una condición coyuntural, en una situación estructural. Cuando la economía se reactiva, muchas de estas personas que llevan años de precariedad, tendrán serias dificultades, para aprovechar las oportunidades.

Muchos jóvenes, no superan un examen psicofísico, técnico o de habilidades. Serán relegados a la economía informal. En otros casos, los que delinquieron, o cayeron en las redes de narcotráfico; son muertos civiles. Están procesados o imputados, y esa hipoteca les grava toda la vida.

Así las cosas, “Ahora, quién podrá ayudarnos”.

En el cortísimo plazo, necesitamos urgente, recuperar el poder de compra de los salarios y los ingresos de los trabajadores, independientes, profesionales, pequeñas Pymes, entre otros. Pero no alcanza para salir de la turbulencia.

El ajuste por sí mismo, no resuelve los grandes problemas de la sociedad y la economía. Es una condición necesaria, pero no suficiente. Resulta urgente, tener certezas por dónde está la salida. Las señales, que nos marquen el camino a seguir, para que la limosna de los salarios, se transforme en fuentes de ingresos que movilicen la economía doméstica, el ahorro y la inversión. Promover la productividad de las empresas, para poder competir, y generar ingresos genuinos, es un proceso que el mercado no desarrolla por virtud, ni el ajuste lo produce mágicamente.

Se requieren grandes acuerdos, gobierno, empresas, trabajadores, y la sociedad en su conjunto.

Se agota el tiempo de esperanza, y el “chapulín colorado”, no aparece.

¿Será el Presidente Milei, y su equipo; el superhéroe, que a pesar de los tropiezos; ¿logra superar las dificultades, y trae las soluciones, o nos tendremos que conformar con un nuevo modelo de casta, con distintos modos, pero los mismos resultados?