• 01/07/2023

La señora Calment

La señora Calment

Por Juan Carlos Bataller

En 1965, un señor llamado André Francois Raffray tenía 47 años y creía estar haciendo el negocio de su vida. Notario de profesión, negociante por vocación y oportunista poco previsor, propuso a la señora Jeanne Calment, nacida en 1875 y que entonces tenía 90 años, pagarle una renta mensual de 2.500 francos a plata de hoy unos mil dólares,  hasta el día del fallecimiento de esta, a cambio de su vivienda, en lo que podríamos calificar como una hipoteca inversa.

Jeanne Calment vivía en un céntrico piso en la localidad francesa de Arlés en la Costa Azul. Esta nonagenaria había enviudado en 1942, perdido a su única hija Yvonne en 1934 e incluso a su nieto Frédéric, fallecido a causa de un accidente automovilístico en 1963. Al no tener descendencia ni familia directa, accedió a firmar el acuerdo con el notario Raffray. Este calculaba que la anciana viviría como máximo unos 10 años más (hasta los 100) y él tendría un céntrico y formidable piso por poco más de 300.000 francos.

“Al no tener descendencia ni familia directa, accedió a firmar el acuerdo con el notario Raffray. Este calculaba que la anciana viviría como máximo unos 10 años más (hasta los 100) y él tendría un céntrico y formidable piso por poco más de 300.000 francos”.

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Pero el destino en algunas ocasiones juega malas pasadas e hizo que la señora Calment se convirtiera en el ser humano más longevo de la historia, llegando a vivir hasta los 122 años, dos años más que André Francois Raffray, que murió el día de navidad de 1995 a la edad de 77 años. La viuda de este tuvo que seguir pagando durante los dos años siguientes la cantidad acordada por su marido.

Jeanne Calment  falleció hast el 4 de agosto de 1997.

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Y acá viene la otra parte de la historia.

La señora Calment pasó una gran parte de esos 22 años ingresada en una residencia para ancianos, estando el piso vacío durante todo ese tiempo y por el que recibió una gran cantidad de dinero que no pudo disfrutar. Es más, en sus últimos años ni siquiera reconocía a quienes la visitaban.

La señora Calment en 1915.

Un caso excepcional

Según Wikipedia, Jeanne Louise Calment murió el  4 de agosto de 1997 y fue una supercentenaria francesa, conocida por ser la persona más longeva de la historia según los registros documentales, al alcanzar la edad de 122 años y 164 días.

Residió durante toda su vida en la ciudad de Arlés, al sur de Francia. Calment saltó a la esfera pública a la edad de 113 años, durante la conmemoración del centenario de la visita de Vincent van Gogh a Arlés, que motivó la llegada de periodistas al municipio. Calment había interactuado con Van Gogh durante dicha visita.

Su vida ha sido ampliamente documentada por estudios científicos, aunque no existe consenso en torno a los factores que hicieron que Calment llegara a alcanzar 122 años. Tuvo una vida acomodada y vivió sin gran estrés, pero ninguno de sus familiares alcanzó una edad semejante.

En 1896, a la edad de 21 años, se casó con su primo segundo Fernand Nicolas Calment,​ un rico propietario de tienda. La riqueza de su marido posibilitó que llevara una vida de ocio y practicara algunas aficiones, como el tenis, el ciclismo, la natación, el patinaje, el piano y la ópera. Su marido murió en 1942 con alrededor de 73 o 74 años, después de que ambos comieran un postre con cerezas contaminadas.

Calment practicó esgrima hasta los 85 años y montó en bicicleta hasta los 100, y caminó sin necesidad de un bastón hasta los 114. Dejó de fumar a los 117 años. A los 118 años, tenía una capacidad cognitiva y lingüística semejante a la de una persona de entre 80 y 90 años. Sin embargo, a los 121 años ya era casi totalmente ciega y sorda y, tras su 122.º cumpleaños, el deterioro de su salud se aceleró, especialmente durante su último mes de vida. Sobrevivió a no menos de 328 supercentenarios verificados.

El amplio estudio médico de su figura hace que sea la supercentenaria con una mayor cantidad de pruebas que confirman su longevidad. Calment es la única persona en la historia de la cual se confirmó que alcanzó los 122 años.​

“La riqueza de su marido posibilitó que llevara una vida de ocio y practicara algunas aficiones, como
el tenis, el ciclismo, la natación, el patinaje, el piano y la ópera”.

Una polémica originada en un matemático ruso

No hay más casos en el mundo de alguien que haya alcanzado la edad de Jeanne Calment; al menos, no que estén documentados. Pero no fue algo fácil de confirmar. Un estudio científico basado en nuevos documentos y modelos matemáticos, descarta un posible fraude indicado en 2018 por investigadores rusos cuando el matemático Nikolai Zak abrió una gran polémica al denunciar que una de las hijas de la mujer habría «ocupado» su lugar. Y por lo tanto, decía que la mujer récord tenía 99 años cuando murió y no 122.

El investigador ruso estimó que no fue la hija única de Jeanne Calment, Yvonne, la que murió de pleuresía, como dice la versión oficial, sino la propia Jeanne Calment. Yvonne habría tomado la identidad de su madre, lo que le permitiría evitar entonces el pago de los derechos de sucesión. Se trataría, por lo tanto, de un fraude.

Las reacciones en contra no se hicieron esperar. Sobre todo en Arlés, la cuna de su nacimiento. Reniegan de los datos aportados. Una invención de alguien que quiere llamar la atención aprovechando la fama mundial de la mujer más longeva de la historia.

Finalmente la ciencia pudo demostrar que la señora Calment murió a los 122 años.

Jeanne Calment, en su cumpleaños 114