• 22/04/2023

Dolarizar: ¿salvavidas o ancla?

Dolarizar: ¿salvavidas o ancla?

POR MARCELO DELGADO

Economista

La economía argentina, está dolarizada desde mediados del siglo pasado. No hay agente económico que no piense en dólares para la toma de decisiones. Es que la volatilidad del peso, nos hace perder referencia de valor. Entonces para saber cuánto vale una casa, un auto o unas vacaciones, transformamos los pesos a dólares, y así tenemos una mejor referencia sobre el costo de las cosas.

Sin embargo, seguimos operando en pesos y eso genera gran incertidumbre, porque se diluye en las manos el valor de la moneda y los precios de los bienes y servicios no tienen marco de referencia. Ya no sabemos si es caro, barato, o si comprar o vender. La inflación no solo destruye los ingresos, sino que hace estallar todos los sistemas de referencia y entonces, volvemos a pensar el términos de dólares.

Así las cosas, en una clara interpretación del sentir de los argentinos, muchos economistas, comienzan a plantear la necesidad de buscar una moneda, que sustituya al peso y con ella, evitar las consecuencias de un peso desdibujado, volátil y cada vez más devaluado.

Los que tenemos más de 50, recordamos con añoranza, los 10 años de la convertibilidad, donde el peso, mantuvo su paridad con el dólar. Pensábamos en dólares, operábamos en pesos, y todos felices.

Sin embargo, la alegría no fue eterna. La producción argentina, no podía competir con los bienes importados, que fueron sustituyendo a los productos de la industria nacional. Los salarios en dólares fueron perdiendo su valor de compra, y el trabajo local, fue siendo reemplazado por el de otros países, incluso cercanos como Brasil, Uruguay o Chile. Argentina era un destino tan caro como Londres, o Tokio, y resultaba más económico vacacionar en Miami que en Pinamar.

No fue culpa del dólar ni del peso. La causa más profunda fue una economía poco competitiva, la falta de inversión en tecnología, la destrucción de las economías regionales, el deterioro de la infraestructura de transporte y logística, la profundización de la “primarización” productiva (venta de bienes e insumos sin valor agregado).

Las causas más profundas de la inflación, las podemos definir en tres pilares: financieras, económicas y especulativas. Las razones financieras están vinculadas a la emisión monetaria, y el valor de otras divisas de intercambio, como el dólar, euro o real. Las razones económicas, se vinculan a la producción, oferta y demanda de bienes y servicios. Las especulativas, dependen de la capacidad que tiene el Estado, para intervenir en los mercados financieros y productivos, evitando los abusos y operaciones nocivas.

Una eventual dolarización, más allá de los elevados costos que tiene, solo resolverá una parte del problema, que es el financiero. Los otros dos problemas, necesitan un plan integral de mediano a largo plazo, que comprometa a todos los agentes económicos, con una estricta planificación estratégica. Esto último, aún no aparece, en ninguna de las propuestas. ¿Lo podremos ver?