Des enredado

Hoy se dice que, si no estás en las redes sociales, no sos nadie. Entonces, ahora paso a escribir «Algo de nadie».     

No, no suena bien, creo que pese a lo dicho, sigo siendo alguien. Que se preocupa mucho por la no intromisión en la vida ajena y preserva la propia. Y que no necesita más información que la que se permea permanentemente en el diario vivir.  Que cuando necesita comunicarse, lo hace y que cuando alguien quiere conversar conmigo, lo hace.  Que es ferviente practicante de la discreción, tanto propia como ajena. Tanto que prefiere tomarse el trabajo de callar o hablar, pensando bien antes de hacerlo.

Mis redes sociales son de carne y hueso y son específicamente con quienes me interesan y con quienes les intereso. 

No tengo ganas ni tiempo para meterme en la vida de quienes no participan de la mía. Ni comparten ni comparto casi nada con el gran mundo de la actualidad, como dicen ser los medios.   

No creo ser, por eso, un atrasado; por el contrario, uso los medios técnicos para estar al día con los temas que me interesan y no con lo que me imponen las modas o las redes.     

Además, me queda más tiempo para vivir la vida de verdad, mientras puedo y no tanto la virtual que puede esperarme y que ni sabe que existo…ni le importo. En cambio, hay seres a quienes sí les importo y que sí merecen mi tiempo.

No es una declaración de principios; simplemente, soy así.