• 18/11/2023

Superación diaria

Superación diaria

POR GUSTAVO RUCKSCHLOSS

Hoy en día se dice que debemos salir de nuestra zona de confort para mejorar nuestra situación. Algunos sueñan con ir al Tíbet para encontrarse con miles de almas en busca de la verdad suprema. Solo al pensar en ese viaje, sus mentes se expanden y se ilusionan con lo mejor. A raíz de ese deseo, aquí y ahora, asisten a clases de yoga en todas sus variantes y disciplinas afines. Son diversas técnicas orientales que, según dicen, ayudan en muchos aspectos de la vida. Otros más prácticos prefieren el Pilates o caminar mucho con una botella en la mano, sintiéndose mejor.

Algunos eligen sesiones de psicoterapia para abordar sus asuntos, teniendo en su terapeuta un buen aliado para mejorar. Otros se inclinan hacia la religión, cualquier creencia que los haga sentir en el buen camino; la practican y sienten que les ayuda a ser mejores.

Cualquiera que sea el camino, todos son senderos para fortalecer el carácter, la paciencia ante las contingencias, alguna habilidad física, para aprender a dominar los impulsos y afrontar los imprevistos con serenidad.

No es la primera vez que hablo de ello, pero hoy diré que encuentro todo lo mencionado en algo tan simple como la manguera con la que limpio y riego. Es grande, gruesa, larga y pesada, rebelde y obstinada. Se enrosca o se atasca cuando estamos más lejos. Se descontrola y salpica en cualquier dirección, poniéndonos a prueba en todo lo que otros buscan: perseverancia, control de impulsos, maldecir en silencio, rogar por un milagro, hacer contorsionismo y diversas acrobacias. Sabemos que mañana será igual o peor, pero aún así persistiremos hasta vencerla. Es decir, «una clase diaria de superación personal en busca de lo propuesto». Suena mejor de lo que esa porquería me hace rabiar.