• 17/02/2024

El gran ajuste en las provincias

El gran ajuste en las provincias

POR JUAN CARLOS BATALLER PLANA

Hay una idea de la mayoría de los funcionarios del Gobierno Nacional, con Javier Milei como el principal convencido, que las provincias nunca hicieron ajustes de gastos. Y creen que llegó la hora de empezar a apretar las finanzas que envía la Nación como una forma efectiva de llegar al déficit cero en las cuentas públicas.

«Hemos avisado que, si no nos daban las herramientas, íbamos a recrudecer los ajustes y que esos ajustes iban a caer sobre las provincias. Nosotros les hemos bajado las transferencias un 98%. La gente quería que hiciéramos el ajuste y que el ajuste lo haga la política. Que ahora los gobernadores hagan el ajuste. Yo tengo que afrontar un ajuste de 15 puntos del PBI y ellos, todos juntos, no pueden afrontar un ajuste de 1,5 puntos», afirma Milei.

Para eso, en la Nación cuentan con cuatro herramientas muy apropiadas: una, la inflación. Al trabajar con presupuesto 2023, la licuación de las cuentas por los números astronómicos de la inflación argentina, hace que sea discrecional para el ministro de Economía Luis Caputo, los montos que actualiza y los que deja planchado.

Otro tema son los fondos que se envían. Ya se evidencia con los giros que no llegan como el fondo de incentivo docente (FONID) ni el fondo compensador, que la Nación pagaba desde fines de los 90 tras la histórica instalación de la carpa blanca frente al Congreso. Representan, en promedio, el 10% del salario inicial de un maestro.

Y el del transporte es otro gran fondo que va a ser retaceado. A lo que se suman los de electricidad y gas. Las provincias deberán decidir si lo compensan con aumentos de tarifas o con fondos públicos propios.

El tercer ítem fuerte es el de los impuestos. En campaña, Sergio Massa sacó Ganancias para la cuarta categoría. Representó un duro golpe para las arcas provinciales. Y los dos impuestos que más crecieron, por exportaciones y País, quedan sólo en la Nación por lo que ese es otro ajuste tremendo. Se calcula que la coparticipación primaria sería 72% a la Nación y 28% a las 24 provincias.

El cuarto punto, y no es menor, es la obra pública. Motor de desarrollo y empleo, ha tenido un parate importante que será aún mayor. La Nación dejó de financiar obras y el gobernador que quiera casas o caminos, deberá endeudar a su provincia o hacer ahorros importantes.

Así y todo, un informe de la consultora LCG advierte que, de cada 10 pesos susceptibles de achicar el gasto en 5 puntos del PBI, solo 2 aportarían las provincias.

Y más allá que es lógico que el ajuste sea en todos los sectores, hay gobernadores que plantean a los pocos ministros con los que pueden dialogar, que traerá consecuencias peores tener provincias incendiadas.