• 22/07/2023

Cuando la limosna es grande

Cuando la limosna es grande

POR MARCELO DELGADO

Hasta el santo desconfía. La sabiduría popular, se construye con la experiencia y refleja verdades, que se van macerando a lo largo la historia. Esta es una de esas realidades irrefutables pero que cuesta identificar en cada caso.

En contextos turbulentos donde la tasa de interés anual es de tres dígitos la de inflación otro tanto, el dólar es noticia cada día se producen condiciones muy propicias para buscar refugios en lugares peligrosos o tratar de hacer diferencias extraordinarias. Por avaro o precavido, caemos en la trampa.

Cada tanto es noticia que una financiera, o empresa de inversiones dejó un tendal de ahorristas sin sus ganancias, pero también los privó de su capital. Cuando indagamos más profundo los patrones de conducta tanto de ahorristas como los tomadores, es similar. En general, es dinero no declarado, cuando son cifras importantes. La rentabilidad que ofrecen, es algo mayor a las tasas de mercado y se ponen de referencia algunos “ganadores”, a los que les cumplen, que actúan de llamadores.

La pregunta básica es como hacen estas empresas, para generar rentabilidades mayores, al promedio del mercado para generosamente distribuirlas entre sus ahorristas. Las respuestas son tan variadas como increíbles, pero que funcionan como canto de sirena para los que buscamos opciones más convenientes. Entonces, fundamentan sus “súper utilidades”, en la colocación de los capitales en cripto divisas, importación de bienes a valores muy convenientes loteos en pozo, productos novedosos, fondeos en paraísos fiscales, entre otros argumentos, que suenan tan reales y confiables.

Al poco tiempo, la realidad se impone y la rentabilidad desaparece. La empresa cambia de domicilio, o simplemente ya no está. Los reclamos se devienen en meros lamentos, porque muchas veces no hay documentos que avalen las operaciones, pero tampoco garantes o mecanismos para recuperar al menos el capital. Es cuando caemos, que nos hicieron el cuento del Tío.

Podríamos inferir que los que caen son personas ingenuas o poco preparadas, pero en realidad, estas “estafas” están pensadas y diseñadas, para profesionales, pequeños empresarios, terratenientes, especuladores, entre otros ahorristas. Por eso también, los estafadores son muy profesionales, tanto en sus argumentos, como su imagen y elementos de trabajo. Es difícil identificarlos, porque son muy buenos actores.

La realidad es que cuando se ofrecen rentabilidades superiores al mercado vinculadas a empresas “inversoras” desconocidas, o que desarrollan operaciones múltiples, es probable, que estemos cerca un estafador.  Hace pocos meses, se conoció la gran estafa de Generación Zoe, conducida por Cositorto, un coach profesional. En San Juan fue noticia, que una “inversora” dejaba unos treinta ahorristas sin su dinero. “El miedo no es zonzo” a cuidarse de las grandes promesas o brillantes negocios.