• 18/11/2023

El lunes deben olvidarse de las urnas

El lunes deben olvidarse de las urnas

POR JUAN CARLOS BATALLER PLANA

Finalmente llegó el Balotaje.

Tras más de un año de una dura y por momentos sucia campaña, este domingo se sabrá quién será el presidente de Argentina hasta el 10 de diciembre de 2027.

Más allá del análisis de lo que puede pasar, de las posibilidades de uno y otro, de las encuestas o de los diferentes modelos que se proponen, es necesario empezar a pensar el país del 20 de noviembre.

Ya está, se terminó la campaña. Queda una grieta inmensa y es hora de empezar a cerrar esas diferencias.

En esta grieta, se siguen corriendo los límites.

No sólo la alimentan los políticos y los medios de difusión, hay una enorme grieta entre los integrantes de la Corte Suprema de Justicia. Hay grieta en la propia Iglesia, en las universidades, en los clubes de fútbol…

Como si fuera un contagioso virus, la política llevó al extremo social las diferencias entre los distintos sectores que conforman un país.

En los últimos tiempos, con alto interés de confundir, se busca dar preponderancia a la república –es una forma de Gobierno- antes que la nación. Y se quiere confundir con el concepto de Estado.

La nación es lo que nos hace argentinos, los que nos mantiene unidos con nuestras características comunes, con nuestro idioma, nuestros usos y costumbres. Para muchos, la Nación Argentina empezó con las Invasiones Inglesas. Ese sentimiento de pueblo hizo que se defendieran ante un ataque. Hay otros que hablan de la Revolución de Mayo como inicio de la Nación. Y hay quienes aseguran que en realidad es con la Declaración de la Independencia en la que participan las provincias y no sólo Buenos Aires. Posiblemente, tener una Constitución Nacional nos hizo más Nación.

Por eso cuando se dice que lo que está en juego es la Nación, se hace referencia que tambalea lo que nos une.

En esta campaña, para conseguir un voto más de cualquiera de los sectores que participaron, han lanzado misiles para destruir lo que nos hace argentinos. Y es el gran desafío de la política en general, más allá de quien triunfe. De sacarse esa urna de la cabeza y empezar a reconstruir instituciones que han sido bastardeadas desde afuera o desde sus propios integrantes.

En momentos que se desconfía de todo y todos, han avanzando nuevas formas que nos puede hacer cambiar nuestras raíces como país. Y quizás el policía asesinado por sicarios en Rosario el marte a la noche, sintetiza lo que puede pasar en un país dividido, fragmentado, hasta loteado. No alcanza con una selección de fútbol que nos una cuando juega, no alcanza con un Messi que representa el nuevo prócer nacional. No alcanza con buscar enarbolar la bandera de Malvinas para recrear un sentimiento en común.

No será fácil volver a tener puntos que nos unan como argentinos. Hay tanto odio y resentimientos entre los diferentes sectores, que hay mucho más en juego que si gana Milei o Massa…