• 16/09/2023

Buenos amigos 

Buenos amigos 

POR GUSTAVO RUCKSCHLOSS

Están los amigos y los conocidos. Hay de todo en la viña del Señor, decía mi abuelita.  Están quienes apenas se acercan el estatus de amigos por más que ellos lo digan. Hay otros que son circunstanciales.

Más de uno se va haciendo olvidable, no por culpa del tiempo, sino, de nosotros mismos.

Porque la amistad hay que cultivarla, como todo en la vida, si no, se diluye.  Además hay que demostrarla, con constancia y presencia. 

 No debe ser adivinada, debe ser explícita. Tiene que ser generosa y compartir lo bueno que tengamos. Se debe sentir, oler y oír. Así es como debe ser la amistad, natural, fresca, a cara lavada, sin vueltas ni agachadas. Debe llenar el aire compartiendo lindos momentos con quien nos sentimos a gusto.

Ahora, fíjense que quien mejor representa estos conceptos es mi naranjo, ese que está en el fondo. Ese que ahora me convida con el hermoso perfume de azahar de sus flores. Esas pequeñas y perfumadas estrellitas que de a miles esparce cuando las sopla algún aire. 

Tienen ese perfume inconfundible y único. Y él sabe que le correspondo, que lo riego y mimo hasta cuando lo podo y no se enoja porque sabe que es para verlo mejor. Más rozagante. Al abono que le pongo, él me lo retribuye con las más ricas naranjas del mundo. Él sabe que lo siento amigo y asiente con su silencio; que es otra virtud que tiene. Nunca un reproche ni mala cara. Siempre alegre y vital. Como buenos amigos.