Política civilizada

Estamos  prácticamente a una semana de los comicios que definirán quiénes ocuparán los cargos públicos electivos provinciales y municipales durante los próximos 4 años a contar desde el 10 de diciembre venidero.

Ese día elegiremos a quienes administrarán las cosas de todos, quienes legislarán, quienes representarán al pueblo de la Provincia y de cada uno de los 19 departamentos en que está dividido San Juan, eso ni más ni menos.

Como ya les conté, está todo preparado para que cada uno pueda depositar su voto en paz y libremente, es decir, para  vivir la fiesta de la democracia, pues eso es, por más que algunos vivillos quieran renegar del sistema.

Dicho de otra manera, con el riesgo que significa decirlo con una semana de anticipación, es evidente que la campaña electoral ha recorrido un sendero de respeto y tolerancia; que, en general, no ha habido agravios personales, que no se ha mezclado lo público con lo privado, que cada uno ha seguido la estrategia de campaña que consideró más adecuada, pero jamás  proponiendo la desaparición  del otro.

Lo ocurrido hasta acá  pone en valor la actividad política como  una actividad noble y necesaria, lo que no se desmiente, sino, por el contrario, se confirma con la existencia o aparición de algún otro personaje que recorre en soledad los caminos contrarios.

Siempre recordemos que, si casi todos van en un sentido, el que va en contramano es el otro. Digo yo.