• 08/07/2023

Renace el Mercosur: oportunidad o amenaza

Renace el Mercosur: oportunidad o amenaza

POR MARCELO DELGADO

Esta semana en Iguazú, frontera común de los miembros fundadores (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), se celebró una nueva reunión cumbre del Mercosur con una impronta de relanzamiento, según lo había anunciado Lula Da Silva, cuando asumió la presidencia del miembro más grande del bloque.

En 1991 nace este proyecto integrador con la pretensión de ser un Mercado Común, aunque todavía es una “unión aduanera imperfecta”. A más de 20 años de vida, son más los fracasos que aciertos del bloque del Sur. Luego se sumaron Bolivia y Venezuela pero no se potenció el Mercado, y el desarrollo de políticas de integración muestra mejores experiencias en las iniciativas particulares y específicas de  la industria automotriz y aeronáutica, como excepciones.

El precandidato a Presidente y ministro Sergio Massa, aprovechó el encuentro de Ministros de Economía y presidentes de bancos centrales para redoblar las apuestas: “Convergencia macroeconómica y moneda común”, como líneas de trabajo. Ardua tarea, cuando los socios tienen índices de inflación al año similares a los nuestros de cada mes. La convergencia económica también requiere de unidades monetarias con valor equivalente en la región, aspecto que hoy resulta lejano. Una moneda común, aún es un objetivo más remoto, que llevará años y centenas de reuniones.

Sin embargo, el punto más difícil de la integración, está relacionado a la “cultura empresaria”. En  Argentina los grandes emprendedores, salvo algunas excepciones están vinculados a la “Patria Contratista” y por ello son funcionales a los gobiernos de turno y los mayores éxitos dependen de la obra pública, el lobbie y el reparto de los contratos. Brasil, lleva más de 60 años, desarrollando una verdadera “burguesía empresarial nacional” que no depende de los gobiernos, sino que se sienta con fuerza y determinación para cuidar el mercado interno y desarrollar el comercio exterior. Los presidentes deben sentarse a negociar y las condiciones son parejas. No piensan en otra moneda que no sean los reales y aún con desconfianza prefieren un socio local. Esto le permitió a un país, con altos niveles de pobreza a fines del siglo pasado sostener un crecimiento basado en la industria y el comercio y posicionarse como una de las 10 economías más grandes del mundo con un producto tres veces más grande que la nuestra. Si bien aún Argentina mantiene un PBI per capita mayor al país carioca (U$S 13.000 vs U$S 9.500) su potencial exportador y mercado interno lo convierten en un socio pretendido por las grandes potencias.

Paraguay y Uruguay han dado muestras de que sus economías aunque más pequeñas que la nuestra pueden crecer integrar y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes fortaleciendo el sector privado, comercio exterior y la integración al mundo. Este nuevo renacer del Mercosur, es una gran oportunidad para Argentina si lo hace impulsando su mercado interno y la competencia externa. De otro modo, será una amenaza, contar con socios que vienen haciendo muy bien los deberes, desde hace tiempo.