• 08/04/2023

El oro al cielo, las finanzas al suelo

El oro al cielo, las finanzas al suelo

POR MARCELO DELGADO

Economista

Esta semana el valor de la onza de oro supero los U$S 2.000, y es el reflejo de un sistema financiero en crisis. El alza de todos los metales preciosos es consecuencia de capitales que huyen, incluso de los sitios más seguros. Las consecuencias de la pandemia, no solo provocaron la crisis, sino que dejaron en evidencia, a un sistema financiero internacional, cada vez más ineficiente, costoso, corrupto y en franca decadencia. La inflación que azota a Europa y Estados Unidos, profundiza aún más, las posibilidades de salida, elevando el costo de los préstamos, y exigiendo mayores rentabilidades a la economía real.

Al mismo tiempo, las presiones sobre los sistemas públicos, por beneficios previsionales, sociales y sanitarios, es cada vez mayor. Francia enfrenta un serio problema en su sistema jubilatorio. Inglaterra, Alemania, Italia: hacen esfuerzos gigantes para mantener sus coberturas médicas, sin incrementar más aún los impuestos. En Estados Unidos, con alta movilidad laboral, los problemas de seguro de desempleo, y el infinito presupuesto para mantenerse como gendarme universal, ponen en jaque a la Reserva Federal. Suiza, sale a rescatar a sus golpeados bancos, que no se pueden dar el lujo de quebrar, dado que el país vive, de cuidar el dinero de los ricos del mundo. La prolongada guerra Ruso – Ucraniana, es nafta para apagar el fuego.  Así las cosas, el sistema financiero occidental, transita su etapa final, al menos, en la versión de los últimos 30 años.

Las criptodivisas, golpeadas y amenazadas, subsisten, por las debilidades del sistema formal, en desmedro de sus bondades o fortalezas. Los mercados paralelos, secundarios y alternativos, crecen, a pesar de la falta de garantías y regulaciones, como es Mercado Pago en la Argentina.

Desde la crisis financiera de 2.008, de los activos derivados, (Títulos sobre hipotecas inmobiliarias), el sistema ya no fue el mismo. En 2020, la pandemia, dejó en mayor evidencia sus deficiencias, y responsabilidad en las grandes desigualdades socioeconómicas, y las consecuencias parecen ser inevitables. Algunos, aferrados a las viejas recetas pretenden recrear las condiciones de los años 80 del siglo pasado. Otros, buscan nuevos instrumentos para configurar lo que viene. Pero aún no hay consensos.

Si el mundo se mueve, argentina tiembla. Los desafíos en nuestra patria, son épicos, o no existen. Los niveles de pobreza, económica, social e institucional, requieren de estrategias, medidas, y condiciones; que no dan margen a error. En medio de un mundo en fuertes cambios, emergen también oportunidades, que si sabemos leer, podremos aprovechar. Cuando se producen cambios significativos, todos comienzan de nuevo. Y esto puede ser una oportunidad para América Latina y Argentina. Sin embargo, queda preguntarnos, si los cambios serán virtuosos, o violentos, rápidos o lentos. En todos los casos, las nuevas condiciones, serán renovadas oportunidades. ¿Podremos ver y aprovechar los nuevos escenarios? El tiempo dirá.