Femicidios

Está claro que la ocurrencia de un femicidio constituye una verdadera tragedia social que desnuda lo peor de una (in) cultura que es necesario desterrar de raíz.

Está claro, también, que aun cuando comparativamente una provincia tenga mejores índices que otras, jamás podrá ser ello motivo de satisfacción pues uno solo es, como dije, una tragedia social.

Está demostrado con hechos concretos, que ante la ocurrencia de un femicidio el Estado Provincial vuelca todos los recursos humanos y materiales para atrapar, juzgar y condenar al «desnaturalizado» capaz de matar por ese motivo.

Así en poco tiempo se los condena a penas gravísimas acorde a los valores protegidos.

Es necesario ganar la lucha cultural, acabar con ciertos paradigmas que sirven de base a esa atrocidad, para eso quienes militamos en ello debemos evitar confrontaciones paralizantes y a cambio conjugar el verbo sumar.

Las discusiones estériles, las posiciones que no aportan y que solo proponen desarmar sin proyectar seriamente una solución mejoradora, terminan siendo cómplices de los fracasos.

Los movimientos, los reclamos, las movilizaciones deben ser valoradas positivamente, solo hay que postular no equivoquen su sentido y finalidad.