• 10/02/2024

Las argentinas que se disputaron el mercado latinoamericano de las películas eróticas en los ‘60

Las argentinas que se disputaron el mercado latinoamericano de las películas eróticas en los ‘60

ISABEL SARLI Y LIBERTAD LEBLANC

En los años 60 del siglo pasado, dos mujeres argentinas se disputaron el mercado de las películas eróticas.

Armando Bó e Isabel Sarli eran pioneros del cine erótico: pese a sufrir censura en varias escenas de sus películas, éstas terminaron conquistando varios mercados del mundo, lo que la hizo una estrella popular de la época en México, Paraguay, Uruguay, Panamá, Rusia, Japón, Estados Unidos y otros países de América Central y América del Sur.

Su única rival —al menos a nivel del cine argentino— fue la rubia actriz y productora Libertad Leblanc; siendo apodada esta última por los medios cómo «La diosa blanca», rivalidad simbólica que buscaba contrastarla con «La diosa trigueña» supuestamente encarnada por Sarli. En ese sentido, fueron equivalentes locales de Jayne Mansfield y Anita Ekberg.

Si bien tuvieron una dura lucha contra la censura de la época, sus películas son vistas ahora como ejemplos notables del cine «kitsch» de los años ’60 y ’70.

 

Isabel Sarli y Libertad Leblanc fueron sin duda, las dos figuras máximas de ese cine erótico y al mismo tiempo el contraste entre ambas, en apariencia y en personalidad, era muy grande,

Isabel Sarli era morena, trigueña, de generosas formas y atributos naturales.

Libertad Leblanc, por su parte, se había mejorado los pechos mediante cirugía, había teñido su cabello de rubio platino, y mantenía su distintiva piel blanquísima evitando exponerse al sol.

Pero estas no eran las únicas diferencias.

Sarli era tímida y algo ingenua, y daba una imagen pública sencilla y campechana. Sus películas son en su mayoría melodramas y comedias.

En contraste, Leblanc era desinhibida y astuta, y daba una imagen pública de vampiresa. Su filmografía incluye policiales y thrillers.

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La Sarli, como solían llamarla, era, como actriz, enteramente un producto de Armando Bó ya que el realizador argentino fue para ella padre, marido, representante, productor y director, simultáneamente.

La Leblanc, como solían llamarle también, estaba en cambio acostumbrada desde joven a abrirse camino por sí misma. Fue una auténtica «self-made woman»: discutía con los productores, los directores y los distribuidores, era su propia representante y coprodujo casi todas sus películas, en una época en que ninguna mujer lo hacía, encargándose casi siempre de la distribución y promoción de sus filmes. Al extremo que un productor mexicano, con quien Leblanc realizó ocho películas, manifestó una vez a los medios que “Libertad Leblanc, para hablar de negocios, tiene bigotes”.

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Dicen los que saben que fue la propia Libertad Leblanc quien instaló la rivalidad entre ella y la Sarli. A fin de promocionar su primera película, La flor de irupé, sugirió un afiche de promoción con un desnudo en blanco y negro, y la leyenda «Libertad Leblanc, rival de Isabel Sarli». Aunque Isabel no dijo nada, Armando Bó, hecho una furia, acusó a Leblanc de estar utilizando arteramente la fama, ya internacional, de Isabel Sarli.

¿Qué contestó la Leblanc?

-Armando Bo tenía razón; pero bueno: no gastamos nada y salió perfecto».

La “diosa blanca”

Los orígenes

Libertad María de los Ángeles Vichich nació en Guardia Mitre (también llamada Coronel Pringles) Río Negro el 24 de febrero de 1938. Su padre, César Esteban Vichich  era administrador de campos y murió en un confuso episodio policial cuando Libertad aún no había cumplido un año de edad. Su madre, Sara Mauricia Blanco volvió a casarse. Libertad pasó su adolescencia como pupila en un colegio de monjas, el María Auxiliadora, de la ciudad de Trelew. Era una alumna díscola y rebelde y fue expulsada cuatro veces del colegio.

Leonardo Barujel

Libertad en pareja

Muy joven aún Libertad Leblanc, se casó con el empresario teatral Leonardo Barujel, con quien tuvo a su única hija, Leonor. El matrimonio duró apenas un par de años y Leblanc no volvió a casarse. En 2019, en una entrevista, reveló un viejo romance secreto que mantuvo con el cantante Plácido Domingo.

Salto a la fama

Libertad era una mujer decidida. A comienzos de la década de 1960, habiendo realizado sólo papeles menores en películas y espectáculos teatrales, aceptó la invitación de un periodista venezolano para asistir a un festival de cine en Caracas.

Al borde de la piscina del hotel, mientras invitados y periodistas le dedicaban toda la atención a la diva argentina Graciela Borges, Libertad se quitó el vestido, exponiendo su cuerpo blanquísimo y escultural en pequeñísima bikini roja a lunares.

Los periodistas se arremolinaron alrededor de aquella despampanante rubia desconocida. El repentino salto a la notoriedad le significó su primera película protagónica, La flor de Irupé, en la que realizaba el primero de los muchos desnudos que caracterizarían su carrera, y que resultó un éxito de taquilla.​

Sus últimos años

Ya retirada de los estudios de filmación y de los escenarios, Leblanc, «la diosa blanca de la sensualidad», transcurrió sus días entre Argentina, España (donde tenía dos casas) y Suiza, donde vive su hija Leonor con su familia. En marzo de 2021, la actriz fue internada por una neumonía y posteriormente, el 29 de abril de 2021, Libertad falleció debido a un cuadro de salud delicado que se había deteriorado con dificultades cardíacas y renales sumado al Alzheimer.

La “diosa trigueña”

Sus orígenes

Hilda Isabel Gorrindo Sarli, conocida popularmente como La Coca Sarli, nació el 9 de julio de 1935 en la ciudad entrerriana de Concordia, Argentina. Sus padres fueron Antonio Francisco Gorrindo y María Elena Sarli. Sarli comenzó a trabajar como secretaria para ayudar a su madre. Luego, se ofreció a modelar para todo tipo de productos. Su carrera como modelo marchó tan bien que tuvo que dejar el trabajo como secretaria, y en 1955 fue elegida Miss Argentina. En el concurso Miss Universo 1955 llegó a semifinalista.

Isabel en pareja

En junio de 1956, Sarli conoció al director argentino Armando Bó, con quien entabló una relación personal y profesional que duró hasta la muerte del realizador, convirtiéndose en la protagonista y la musa inspiradora de sus películas.​

A diferencia de lo que se creía popularmente, Armando Bó y Sarli nunca contrajeron matrimonio formalmente, pero sí fueron una pareja consolidada desde 1956 hasta la muerte del cineasta en 1981. Tiempo después de la muerte de Bó, Sarli adoptó dos hijos, Isabelita y Martín. La relación entre ambos no fue del todo buena y a pocas semanas de la muerte de la actriz se enfrentaron aún más por la herencia de la diva.

Salto a la fama

Bó la convenció para encarnar a la protagonista de El trueno entre las hojas,​ que fue la primera de treinta producciones realizadas entre ambos donde Sarli y aquella en la que Sarli protagonizó el primer desnudo del cine argentino. La película fue un éxito y la proyectó como símbolo sexual de su generación, que luego la vería por décadas en cintas como Furia infernal, Favela, Carne, Fiebre,​ Fuego, Sabaleros, Embrujada e Insaciable. A partir de entonces fue considerada el mayor símbolo sexual del país y uno de los más conocidos de la cultura occidental. Isabel prosiguió su carrera hasta el fallecimiento de Armando Bó en 1981, cuando se retiró de la actividad. Este retiro le duraría hasta bien entrada la década del ’90.

Sus últimos años

A los sesenta años y quince después de su retiro, retornó a la pantalla grande en La dama regresa (1996), de Jorge Polaco. En 1998 debutó en el teatro de revistas en la obra Tetanic.

En 2009 se estrenan dos películas en las que Sarli participó en una de ellas Mis días con Gloria hace su debut actoral Isabelita Sarli, hija de la actriz.

Después de sufrir una fractura de cadera, en los últimos meses de su vida su salud se vio seriamente deteriorada, debiendo ser trasladada en reiteradas oportunidades a centros médicos, siempre acompañada por su hija. Finalmente falleció el 25 de junio de 2019. La causa del deceso fue un paro cardiorrespiratorio.​

1969 – Libertad Leblanc en San Juan
En pleno esplendor, a fines de los ´60, vino a San Juan Libertad Leblanc, quien aparece hablando por teléfono en las oficinas de Canal 8. La acompaña personal de la emisora, entre ellos Fernández, Juan Carlos López, Aguilera, Roldán Moreno, Del Valle Méndez, Neira y Gordillo. (Foto proporcionada por la familia Estornell)
Primero prohibida, luego embajadora
La Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina premió a Sarli con el Premio Cóndor de Plata a la Trayectoria en 2008, y el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata la homenajeó ese mismo año. En octubre de 2012 la Secretaría de Cultura del gobierno argentino la designó Embajadora de la Cultura Popular Argentina con rango y jerarquía de subsecretaria, llamándola una «verdadera representante de la cultura nacional».​ Además, en ese mismo mes Sarli fue distinguida como «Personalidad destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires»