• 29/07/2023

Policías y fiscales: una convivencia  imprescindible

Policías y fiscales: una convivencia  imprescindible

POR EDUARDO QUATTROPANI

El Sistema de Flagrancia, primero, y luego el Sistema Acusatorio, pusieron a prueba la que es, quizás, una de las materias más complicadas para quienes ejercemos cargos públicos vinculados a temáticas que tienen claros puntos de contacto; tal, el caso de “nuestra” Policía con “nuestro” Ministerio Público Fiscal. Aclaro, no hay error, en ambos casos se dice “nuestro” pues, como dice la canción, lo que queremos lo consideramos de nuestra propiedad.

Con Flagrancia, el Ministerio Público Fiscal se radicó en unidades policiales y miembros de ella  ocuparon oficinas en las sedes tribunalicias. Ambos, policías y fiscales, llegan al lugar del hecho, allanan, investigan, es decir, conviven, articulan, coordinan, cada uno desde el lugar que le señala la ley.

Con el advenimiento del Acusatorio, dicha relación se profundizó y, a la fecha, aproximadamente ciento cincuenta (150) efectivos policiales están en las cuatro Unidades Fiscales  -CAVIG, ANIVI, Especiales y Flagrancia, y en la Unidad Fiscal del Norte (Jáchal e Iglesia) realizando todo tipo de actos procesales.

El Jefe de Policía y el Fiscal General se reúnen cuantas veces sea necesario, sin protocolo alguno, sin importar quién es local y quién visitante, pues el trabajo no da para pequeñeces ni egocentrismos. 

Los Fiscales tienen los teléfonos de la conducción policial, y estos los de aquellos, pues la investigación y el delito no admiten demoras basadas en formalismos anacrónicos.

Esa informalidad no debe confundirse ni con amiguismo ni con desorden; todo lo contrario, para que ello sea productivo, virtuoso, debe estar presidido por el respeto, la madurez y equilibrio exigibles a gente con ciertas responsabilidades.

Ejemplifico, el Fiscal General jamás pisó una unidad policial, ni siquiera donde  están los Ayudantes Fiscales. Ello en claro respeto por la Jefatura de la fuerza y, el día que lo haga, lo será acompañado por este. Recíproca conducta tiene el Jefe de Policía respecto a las sedes del Ministerio Público Fiscal donde trabajan miembros de la fuerza.

Un dato que no aparece en las estadísticas pero que es tan o más importante que estas, ¿cuántos problemas, escándalos o controversias se conoce han existido entre policías y fiscales? La respuesta es ninguno, cero, pues ambas conducciones  no toleran desvíos ni protegen inconductas.

El triunfo cultural es más importante que lo material. De eso, no se tenga duda, para comprar sólo hacen falta recursos, pero para conducir cambios culturales con ello solo no alcanza.