Salud a 10.000 metros de altitud

El millón de pasajeros en el aire, alcanzado hace pocas semanas este año  significó un hito preocupante desde el punto de vista de la contaminación ambiental (la mitad de los 22.000 vuelos simultáneos y los 253.000 en un día eran aviones privados y de carga con 1-4 pasajeros) y un desafío además para el sistema de salud.

Incidentes médicos a bordo

Es más seguro encontrarse en un avión en vuelo que en una ruta desolada en transportes colectivos terrestres o automóviles. Actualmente las aeronaves disponen de desfibriladores, botiquines completos con medicación de venta libre que puede proporcionar la tripulación de cabina y otros que hasta incluyen sueros para uso intravenoso por si se encuentran profesionales de la salud viajando. En muchas situaciones se han utilizado fármacos del paciente u otros miembros del pasaje. La tripulación de cabina está entrenada en primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar básica.

Algunas compañías cuentan avanzados equipos de comunicación y transmisión de datos para que personal médico pueda valorar pacientes durante el vuelo, hasta trazados parciales electrocardiográficos asociados a teléfonos móviles (conviene tener en cuenta que los pasajeros deberán asumir el gasto de cualquier decisión del equipo de expertos en tierra excepto en el caso de haber contratado seguros muy sofisticados).

En uno de cada 604 traslados aéreos

Aproximadamente una cada seiscientas veces se produce un incidente médico y un pasajero de cada 8 millones fallece. En contadas ocasiones se desvía el vuelo, se despeja el espacio aéreo hacia el aeropuerto más cercano: 7%. La mayoría se resuelve sin cambios en la ruta, algunas veces al llegar al aeropuerto y solamente un 25-30% se deriva a un hospital en el que queda internado uno de cada 10. Infartos cardíacos y cerebrales, trombosis venosas profundas son los más temidos y frecuentes aunque enfermedades mentales, sobredosis de fármacos y drogas ilegales se han vuelto más comunes.

Medidas de prevención

Identificar enfermedades nuevas o modificaciones recientes en preexistentes, así como enfermedades que el individuo tiene mayor riesgo de desarrollar luego de abordar, permite tratarlas apropiada y oportunamente. No modificar los medicamentos recetados regularmente ni ocultar o minimizar síntomas de los últimos días.

Existen contraindicaciones médicas para viajes en avión y conviene informarse.