Llega el día

El domingo, mañana, si todo anda bien, terminarán los procesos electorales que  permitirán  la renovación de autoridades electivas nacionales, provinciales y municipales en el país, quienes ejercerán mandatos por el período 23/27.

El lunes reinará el silencio, o por lo menos, habrá terminado el debate y ya no se escucharán propuestas en contraposición con las del otro; el resultado, si todo es normal, estará a la vista  y las consecuencias de este también.

Lo bueno, así es la democracia, será que a quien le toque, en el caso, ejercer la presidencia del país, lo será por haber sido apoyado, votado, por la mayoría de los ciudadanos, es decir, contará, como mínimo, con legitimación de origen.

Tengo para mí que, sin importar por quién se haya votado, cada uno deseará que el nuevo Presidente, como los Gobernadores e Intendentes y respectivas Legislaturas, tengan la sabiduría y voluntad necesaria para guiar al país por caminos de paz y de progreso.

El ocupar cargos públicos electivos es un muy alto honor que la República le confiere a pocos ciudadanos, el gobernar y el deliberar en nombre del pueblo es, claro está, una muy honrosa y grave responsabilidad.

No cabe duda alguna de que es urgente que todos nos demos a la tarea de prestigiar a los  partidos políticos, a los políticos, a las actividades de estos, pues, sin ello, es muy complicado fortalecer el sistema.

No cabe duda alguna, tampoco, que va siendo hora de que tranquilicemos los espíritus.