• 04/11/2023

Hacia el uso exclusivo de tensiómetros automáticos

Hacia el uso exclusivo de tensiómetros automáticos

POR GUSTAVO ALCALÁ

El dispositivo más utilizado para diagnosticar o descartar hipertensión arterial y tomar decisiones clínicas en la actualidad ha cumplido 116 años. Louis Henri Vazquez obtuvo su doctorado en medicina en Francia en 1890, a principios de 1900 se asoció con Charles Laubry también cardiólogo y el industrial Emile Spengler para crear en 1907 el primer tensiómetro no invasivo y sin mercurio, que resulta tóxico para el ambiente y la salud humana y animal.

Laubry fundó en 1937 la Sociedad de Cardiología que tiene hoy 3.000 socios, fue admitido en la Academia de Ciencias Francesa y en 1950 presidió el Primer Congreso Mundial de Cardiología en París. Estos honores le fueron concedidos por el impacto de su invención: el tensiómetro Vazquez-Laubry-Spengler.

¿Cumple hoy los requisitos de la medicina moderna?

El primer cambio trascendente y reciente: en los países líderes las directrices recomiendan que el diagnóstico de hipertensión no se confirme si las cifras en el domicilio no se verifican elevadas. Esta nueva estrategia tiene como ventajas la posibilidad de controlar la presión en distintos horarios y en relación a la toma de medicación cuya dosis puede ajustarse inmediatamente.

El primer tensiómetro automático comercial estuvo disponible en 1976 y fue incorporado a la investigación y la práctica clínica.

Mucho más fácil de usar, mayor precisión, práctico para usar en el hogar, menor necesidad de pericia y capacitación cuando se utiliza sin un profesional de la salud.

¿Reemplazo paulatino o inmediato?

Existe acuerdo en las sociedades científicas y organismos supranacionales como la Organización Mundial de la Salud y Organización Panamericana quienes consideran que el tensiómetro tradicional ya no se recomienda como preferido, mucho menos en nuestros hogares

Los ruidos del ambiente interfieren, requiere calibración semestral y destreza manual para que la velocidad de desinflado del manguito permita una correcta lectura, los humanos se cansan, discriminan, redondean los números (es una tendencia inevitable, entre otros sesgos…), las vista y el oído no siempre son excelentes

Manguitos de brazo, ni muñeca ni teléfonos/relojes inteligentes

La exactitud generalmente deficiente de estas alternativas, se requieren más ensayos clínicos. En la actualidad existe unanimidad en no tomar decisiones basadas en datos provenientes de esas fuentes.

¡El tensiómetro tradicional ha muerto, viva el Rey!