• 19/08/2023

A 6 años del cambio

A 6 años del cambio

POR EDUARDO QUATTROPANI

El 9 de agosto próximo pasado se cumplieron 6 años de la puesta en vigencia del sistema de Flagrancia en nuestra Provincia, es decir, del cambio más radical en términos de resultados que haya experimentado la justicia penal sanjuanina.

Dicho del modo más “callejero” posible, con Flagrancia se acabó para los delincuentes el beneficio de la puerta giratoria, se terminó el “delinco, hoy me detienen y al otro día estoy de nuevo en la calle haciendo lo mismo, total cuando me vuelvan a detener, seguiré siendo un ciudadano sin antecedentes”, tan hiriente para las víctimas.

Nunca mejor dicho, con Flagrancia se hizo realidad que “el que las hace las paga”, y eso no es poco.

Con Flagrancia, la Policía dejó de vivir el infierno que significa “atrapar con las manos en la masa” al delincuente, arriesgando su integridad física, y comprobar que  ello no tenía valor alguno, que no servía en la realidad, para nada.

Con Flagrancia se terminó la frustración de los jueces, que eran sabedores de que podían no dormir por trabajar y que, a pesar de ello, cada día estarían más atrasados en sus despachos.

En 6 años se ha intervenido en 6679 casos, con un total de 9162 imputados, registrándose 4646 condenas, de las cuales 2985 fueron condicionales y 1661 efectivas y 2796 suspensión de juicio a prueba; que de los casos, 1229 se corresponden con violencia de género. Eso significa que la prevención policial funcionó y que  también lo hizo el aparato judicial. De ello no quedan duda objetiva alguna, aunque, bueno es aclararlo, en materia de seguridad nunca nada es suficiente. Jamás se alcanza la satisfacción total, diría… ni siquiera es posible la satisfacción.

Tengamos en claro que en materia de seguridad es muy difícil dar buenas noticias, es más, en general, la mejor noticia es que no pase  nada. Flagrancia ha sido y es una buena noticia bienvenida.

Otra buena señal es que ya hasta nos parece normal la rapidez, la celeridad con que se tramitan las causas, o sea, ya nadie extraña la absurda “teatralización” del Derecho Penal, tan propia del viejo sistema mixto.

Cierto es que, aún con el éxito estrepitoso del sistema de Flagrancia, y luego, del sistema Acusatorio, todavía existen aquellos que proponen, aún sin saberlo, que el  tránsito definitivo del Sistema Mixto al Acusatorio sea una mera ficción, donde la no tramitación de las causas constituya un modo de pseudo conclusión del conflicto social.

Está bien que nos acostumbremos a lo bueno, siendo conscientes de que hay que mejorar.