• 12/08/2023

De palabras en textos del Dr. César Quiroga Salcedo

De palabras en textos del Dr. César Quiroga Salcedo

POR AÍDA ELISA GONZÁLEZ

José Hernández concluyó su Martín Fierro con 33 consejos sentenciosos producidos en lengua rioplatense con evidente tono pampeano.

Tres cuartos de siglos después Eusebio Dojorti produjo las 78 Sentencias de Tata Viejo, dentro del mismo esquema rítmico, coronando el libro de su propia vida, existencia de poeta andariego, andino y criollo mestizo.

Dojorti provenía de la gleba, del Huaco jachallero de un San Juan elemental. Tierras hermosas, de agricultura pastoril y arrieros con miles de leguas bajo riendas y coyundas rústicas. Sus antepasados heredaban, por el lado de la madre, el maduro señorío de la Colonia, hibridizado de mezclas.

Su padre, en cambio, descendiente de  irlandeses católicos, sabía el acosado destierro promovido por los opulentos sajones del s.XIX. Dojorti supo por esa vía lo que era ser desterrado, como el indígena de antaño, el gringo inmigrantes después y el mismo criollo, perseguido, casi olvidado en el primer centenario de la Argentina.

Buenaventura Luna probó todos los tonos populares y sentenció al modo hernandiano, sin ser lego a nuestro modo. Dojorti sentenció más allá de las pampas, desde los pueblos viejos de la Colonia macerado de memoria y una crítica activa a nuestra breve historia. A sus espaldas, las desdichas de no ser puerto, la presencia de dolores que sugiere.

Las sentencias de Don Buena deben ser dichas para ser oídas. Escuchadas en alta voz logran trascendencia y humedecen el espíritu.