Hasta dónde llegará el ajuste…

Apenas asuma el Gobierno, Javier Milei afrontará uno de los momentos cruciales de su gestión.

Ya avisó su intención de enviar un gran paquete de medidas de Gobierno que deberán ser tratadas en el Congreso de la Nación.

Ante esto, hay dos opciones:

• La oposición decide darle un primer cheque en blanco a Milei para que tenga su herramienta a la hora de gobernar, sin excusas.
• La oposición discute ley por ley, oponiéndose a las que considere que avasalla derechos, obras o cajas provinciales.

Si ocurre esto último, Milei necesitará todos los votos de Juntos por el Cambio, de partidos provinciales y de peronistas de centro, como los que les responden a Juan Schiaretti. Y a eso deberán sumar a algunos gobernadores peronistas, para que influyan en sus diputados y senadores.

Ahora bien… a quien logró 55% de votos en la segunda vuelta, ¿corresponde que le aprueben el primer paquete de medidas?

Oponerse, ¿no es ir contra la decisión popular?

Está claro que quien votó a Milei, quiere ajuste en los gastos excesivos del Estado. Por lo que se sabe, y por lo que habla el presidente electo, ese primer ajuste será salvaje. A tal punto que admite una estanflación para el primer año de su gestión. ¿Hay que darle las herramientas para que haga lo que prometió en campaña?

Está claro que hay que hacer un ajuste fuerte. Y que no alcanza con ajustar el cinturón del presupuesto nacional. Las provincias tendrán que hacer sus ahorros porque viene una época de ingresos menores.

Si no se puede tocar la coparticipación ¿cómo lo harán?

Una de las medidas es con los subsidios.

El Gobierno nacional va a poner menos dinero para contener tarifas.

Parte de ese faltante lo pondrán los usuarios. La otra parte será bajar los impuestos a las empresas, por lo cual le bajarán los costos. Y como esa recaudación es coparticipable, bajará también la recaudación y las provincias tendrán menos dinero. Es decir, con menor coparticipación recibida, las provincias pagarán en forma indirecta los subsidios nacionales.

La gran duda es si Milei repetirá la decisión de Mauricio Macri, que en su gestión no fue a fondo con los cambios necesarios. Y lo mismo perdió a los cuatro años.

O Sergio Massa cuando asumió el ministerio de Economía y pateó los ajustes para más adelante. No los hizo nunca y perdió las elecciones.

¿Milei irá con cautela o se respaldará en ese 55% de votos para romper con las estructuras de “la casta”?

Quienes lo votaron, ¿saldrán a enfrentarse con gremialistas y piqueteros para apoyar al presidente libertario? ¿O cuando los ajustes sean difíciles de aguantar, pedirán la cabeza de este outsider de la política?