• 16/09/2023

La Casa del Teatro, una institución única en el mundo, ahora necesita apoyo para subsistir

La Casa del Teatro, una institución única en el mundo, ahora necesita apoyo para subsistir

UN LUGAR MUY ESPECIAL QUE HOY HOSPEDA A 30 ARTISTAS JUBILADOS CON NECESIDADES

La Casa del Teatro tiene una historia de 85 años y hoy hospeda a 30 artistas jubilados. Ricardo Bauleo, Laura Bove, María Graña o Joe Rígoli son solo algunas de las estrellas que alguna vez transitaron por sus pasillos.

El edificio en donde está la Casa del Teatro es impresionante. De estilo Art Decó, tiene 10 pisos, un teatro, biblioteca, capilla y su terraza está coronada con una construcción de estilo incaico que es todo un símbolo. El acceso a la pirámide es abierto al público y se puede conocer anotándose en alguna visita guiada al histórico edificio. Desde la cima de la pirámide se tiene una vista panorámica de la ciudad de Buenos Aires.

 

El monumental edificio de diez pisos que tiene la Casa del Teatro.

Más allá de su estructura monumental, lo que caracteriza al lugar es su gente. La presidenta de la institución, la actriz y artista plástica Linda Peretz trabaja ad honorem para sostener este lugar que hospeda a artistas de más de 65 años en situación vulnerable. Trabajan con ella 20 empleados que hacen del lugar una verdadera “casa” para los artistas. No es un hotel, no es un geriátrico, reitero, es una casa. Así se siente en los pasillos, en las habitaciones, en la cocina o en su comedor.

Linda Peretz en la boutique donde se vende ropa que usaron famosos artistas. Las habitaciones ocupan el quinto, sexto y octavo piso. En los pisos 7 y 10 está la sede del Instituto Nacional del Teatro, y en el piso 9 hay un área de comedor, cocina y salas de recreación. La actriz es la actual directora de la Casa del Teatro

Los requisitos para vivir en la Casa

En total hay 40 habitaciones y casi todas están ocupadas. Los requisitos para vivir ahí son: haber pertenecido a la actividad artística, tener más de 65 años y no poseer propiedades.

Otro requisito es ser autoválido, ya que no tiene infraestructura médica. Por una cuestión de presupuesto no hay servicio médico permanente, aunque sí hay una enfermera las veinticuatro horas. Hay contención física y psicológica, además de un gimnasio terapéutico.

Una de las habitaciones donde hoy se hospedan actores con problemas económicos.

En los últimos años vivieron artistas como Joe Rígoli, la modista Etelvina Ferreyra, Nélida Romero, Liana Lombard, Colomba, Horacio Dener, la bailarina Shadia, Ernesto Nogués, Chola Amaya, Felisa Bonorino (viuda de Pedro Quartucci), Esther Stein, Ada Katz, José Di Zeo, Agustín Busefi, Samy Zarember, Margot Rusel, Estrella Rivera, el bailarín Roberto Roth, Pilar Ferrer, la autora Amalia Colombo y Mario Amaya.

Muchas figuras del medio, entre ellas Mirtha Legrand, han realizado constantes donaciones para ayudar a su supervivencia.

En la planta baja del edificio está La Boutique de los Artistas, un local que ayuda a sostener la institución. Es uno de los lugares más concurridos, porque todo lo que se vende es parte del guardarropa real de los artistas que lo han donado para recaudar fondos. Hay de todo, incluso lujosos vestidos de gala, tailleurs y ropa de cóctel. Abre de lunes a viernes de 14 a 18 horas.

Los huéspedes del lugar pueden entrar o salir cuando quieran y el único horario que tienen que respetar es el de la comida. Allí se sirve el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena. Y aunque uno de los requisitos para ser admitidos es que el hospedado pueda valerse por sí mismo, también hay una enfermera fija que controla su salud y los asiste cuando la necesitan.

Es muy caro mantener esta estructura y es por eso que la Casa del Teatro está muy endeudada. Con el retorno de la democracia y a instancias de Luis Brandoni, se sancionó una legislación que le otorga a la institución un subsidio. Pero ese dinero se dejó de pagar durante mucho tiempo y recién desde la gestión del gobierno pasado volvió a ser abonado cada mes. Pero con eso no hacen nada.

El Museo Carlos Gardel ofrece objetos de Gardel que fueron donados por su mamá a Armando Delfino (el apoderado de su hijo) y que luego la viuda de Delfino legó a la Casa del Teatro.

Para financiarse, la Casa del Teatro alquila la sala del Teatro Regina y varios pisos al Instituto Nacional del Teatro. Pero aún, con todo eso, se llega apenas a cubrir los gastos corrientes y es por eso que acumuló una importante deuda en la AFIP. Para mantenerse, los directivos tienen que agudizar su imaginación para recaudar parte de la plata que se necesita. Por ejemplo, tienen una boutique en donde venden ropa que fue donada por otros actores. Son muy buscadas las prendas cedidas por Mirtha Legrand.

También recurren a las visitas guiadas al edificio que se organizan con regularidad y cuestan $2.000. Otra fuente de ingreso son los socios de la Casa del Teatro que aportan mensual de $1.000.

Como no hay plata que alcance, ahora están organizando una obra que se va a representar en el hall de entrada, para sostener, con lo recaudado, a esta institución única en el mundo.

En el segundo y tercer piso está el Teatro Regina, que se alquila a productores independientes y es una de las fuentes de ingreso para sostener económicamente la residencia. Desde 2019 la sala lleva el nombre de Mirtha Legrand, en honor a su dedicación y trayectoria.
La Biblioteca de la Casa del Teatro ofrece más de cinco mil libros que pueden ser consultados en forma gratuita. Hay datos históricos, programas de mano y los premios Florencio Sánchez. Además, hay una mini exposición con vestuarios que pertenecieron a figuras como Libertad Lamarque, Zully Moreno, Lolita Torres, Iris Marga, Mercedes Sosa y Beatriz Salomón.
En el foyer hay dos imponentes cuadros del gran Benito Quinquela Martín, que fueron donados por el pintor en 1928, cuando estaba en el apogeo de su carrera, por la amistad que lo unía a la fundadora Regina Pacini. Hace pocos años se restauraron especialmente, porque se fueron arruinando por el humo de tabaco, una iluminación inadecuada, condiciones adversas de temperatura y humedad, y hasta las consecuencias de un incendio en el edificio.
En el cuarto piso funciona la capilla. Todos los días se reza el rosario y se celebra misa. Los protege la imagen de San Ginés, el patrono de los artistas

Una historia fascinante

La historia de la Casa del Teatro es fascinante. Fue creada en 1938 por Regina Pacini, la esposa del presidente Marcelo T. de Alvear, por una iniciativa propia, con el objetivo de servir de residencia a personas vinculadas a la actividad teatral, mayores y sin recursos.

Regina Pacini y Marcelo T. de Alvear. Una pareja que guarda una gran historia de amor. Ella, la cantante célebre, creó en 1938 la Casa del Teatro.

Es un imponente edificio art decó diseñado por el famoso arquitecto Alejandro Virasoro y ubicado en Santa Fe 1243. Es monumento histórico nacional, y en los pisos 2 y 3 se hizo un teatro, el Regina.

En la inauguración, además del presidente de la Nación y la Primera dama, estuvieron presentes figuras como Iris Marga, Luisa Vehil, Pierina de Alessi, Florencio Parravicini y Marcos Caplan. Dos días después, ingresaron los primeros ocho huéspedes.

Asistentes a la inauguración de la Casa del Teatro, el 4 de enero de 1938

Con los años hubo cada vez más artistas que se encontraron desocupados y sin una mínima jubilación, así que recurrieron a la Casa del Teatro para no terminar en la calle. En 2019 el Ministerio de Cultura de la Nación le entregó un subsidio de 1.600.000 pesos para cubrir parte de los gastos.

Iris Marga, Luisa Vehil y Maruja Quesada oficiando como voluntarias en el evento de inauguración de la Casa del Teatro, bajo la dirección del Cheff Marcos Capalan.
Marcelo T. de Alvear, Regina Pacini, Florencio Parravicini y Pierina Dealessi, entre otros, el día de la inauguración.

https://www.instagram.com/casadelteatroar/