• 04/03/2023

Hay que mirar a quien

Hay que mirar a quien

POR GUSTAVO RUCKSCHLOSS

Un muchacho estaba fumando en la vereda y una señora mayor, al pasar al lado de él, le dijo:
«fumar hace mal para la salud», y siguió caminando con su changuito de compras.

Sin dejar de fumar y con aire desafiante, el joven le retrucó haciéndose el ingenioso: «…y cruzar la calle también». 

La señora se devolvió y le dijo que ella le había dicho eso pensando en un bien para él, no para iniciar una puja. «Además, la calle se cruza por alguna necesidad y sin alternativa. Y si lo hace con cuidado, no implica ningún riesgo. En cambio, el fumar es voluntario y prescindible y siempre implica riesgo. Ese ingenio mal aplicado que pones para contestar cualquier cosa, dedícalo a ayudarte aprendiendo buenos hábitos».  

Ante lo cual, el muchacho le iba a contestar cualquier impertinencia, pero ella le ganó y terminó la frase: «…por ejemplo, buenos modales y respeto a los mayores». Dio la vuelta y siguió su camino.    

El joven se quedó desconcertado, casi sin reaccionar y siguió fumando, ahora sin censura.

No basta con tener buenas intenciones, hay que ver a quién y cómo encausarlas. No siempre se entiende la intención de lo que decimos, en un caso, ni de lo que oímos, en el otro.
Mi abuelita diría que no hay que gastar pólvora en caranchos. Pero ¿Cómo sabemos si a quién nos dirigimos es un carancho o un bien nacido….y bien criado?  

La señora no lo supo hasta que lo vivió. Creo que lo que vale es la intención, aunque sea mal recibida o mal entendida.   Igual hay que hacer el bien…aunque mirando a quién.