• 25/05/2023

Bajo un mismo aire

Bajo un mismo aire

POR GUSTAVO RUCKSCHLOSS

¿Por qué debemos vivir en recipientes separados, las personas, las cosas, hechos, ideas, sentimientos o gustos, separando unos de otros, si el mundo y la vida son uno solo?

No hay un mundo para estos sentimientos y otro para aquellos. Todos conviven en una única dimensión. Dividimos todo, en esto o aquello, en aquí o allá, en bueno o malo siendo que todo es un continuo de todo.   

El aire es el mismo para un bandolero que para un santo. El cuadro del artista existe en el mismo tiempo que los palotes de un niño en su cuaderno. El amor mío respira el mismo aire que el odio.   

Es cierto que todo tiene sus matices y variaciones, pero no son tantas como los humanos hemos conseguido ponerle a la vida. Se llamen como se llamen esas divisiones debieran ser mínimas, menores y deberían ser las excepciones y no la regla.   

Etiquetamos todo, con y sin motivo. Polarizamos todo, con y sin motivo. Ideas y conversaciones. Hay pocos intermedios y muchos opuestos.   

Es blanco o negro, siendo que la inmensa mayoría, de lo que sea en la vida es gris, somos grises. Porque aunque la moda indique, induzca ser distintos, todos somos parecidos e inmersos en el mismo mundo, bajo el mismo cielo.         

No hay cielos buenos y cielos malos. Mi vecino está en el mismo planeta que yo. El mal político no tiene nada de superior al cartonero del barrio. El profesor es alguien que sabe más que el alumno y nada más.  Aquella orquídea en Paris es el equivalente a la chirquilla de mi jardín, ese en el que vive mi lombriz, que es un animal salvaje igual que un tigre de Bengala.

Todo, en definitiva, son variaciones de las distintas cosas, seres, lugares o ideas. Y ser variación de algo no significa ser más ni menos que todos los “algo” que existen.  La naturaleza nos cobija a todos con infinidad de variaciones y debemos vivir en armonía porque esa variedad nos permite vivir mejor esta vida.     

Esa vida que vale igual para quién sea. De la lombriz o el tigre; del politiquero que la del cura  o de la del ruso que la del ucraniano.