• 28/07/2024

Nikola Tesla, el autor de inventos que cambiaron el mundo y  murió en la pobreza

Nikola Tesla, el autor de inventos que cambiaron el mundo y  murió en la pobreza

Su nombre está ligado a Elon Musk y el auto eléctrico pero descubrió la corriente alterna e inventó, entre otras cosas, el control remoto y el motor de inducción 

El nombre Tesla se ha vuelto sinónimo de innovación y tecnología avanzada en el mundo de los vehículos eléctricos y la energía renovable. Desde su fundación Tesla ha logrado convertirse en una de las marcas más influyentes y reconocidas en el mercado de los automóviles eléctricos.

Fundada en julio de 2003 por el hombre de negocios, científico y visionario Elon Musk, no fue la primera marca en fabricar un automóvil 100% eléctrico, pero sí la pionera en su producción en serie. Hoy produce cientos de miles de autos, millones de baterías y miles de millones de celdas de iones de litio anualmente

Elon Musk, una de las personas más ricas del mundo eligió el nombre de Tesla para su empresa como tributo al inventor e ingeniero eléctrico croata Nikola Tesla. ​

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Ahora, ¿por qué Musk, una de las personas más ricas del mundo eligió el nombre de Tesla?

El nombre de la empresa es un tributo al inventor e ingeniero eléctrico croata Nikola Tesla. ​

Y aquí viene la pregunta de fondo, ¿quién fue Tesla?

El 7 de enero de 1943, una doncella  entró en la habitación de Tesla, ignorando el cartel de «no molestar» que el propio Tesla había colocado en su puerta dos días antes y lo encontró muerto. Un médico forense examinó el cuerpo y dictaminó que la causa de la muerte había sido una trombosis coronaria.

A la edad de 86 años, Tesla murió solo en la habitación 3327 del Wyndham New Yorker Hotel. Dos días después, el FBI ordenó que la Custodia de Propiedades Extranjeras se apropiara de las pertenencias del difunto, aunque Tesla era ciudadano estadounidense.

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John G. Trump, profesor del M.I.T. y un conocido ingeniero eléctrico que prestaba servicios como ayudante técnico del National Defense Research Committee, fue llamado para analizar los artículos de Tesla, que estaban en custodia. Después de una investigación de tres días, el informe de Trump concluyó que no había nada que pudiera constituir un riesgo en manos hostiles, concluyendo que

los pensamientos y esfuerzos durante al menos los últimos 15 años fueron principalmente de carácter especulativo, filosófico y algo promocionales, a menudo relacionados con la producción y transmisión inalámbrica de energía; pero no incluyó principios o métodos nuevos, sólidos y viables para realizar tales cometidos.

Hay un invento curioso que nunca vio la luz, pero todos temieron por él. Era el Rayo de la muerte Este era el arma que terminaría con todas las guerras, a decir del genio. En teoría era un instrumento que permitía enviar un flujo de energía a 400 mil kilómetros de distancia.

En una caja que supuestamente contenía una parte del «rayo de la muerte» de Tesla, Trump encontró una sencilla caja conmutadora de resistencias eléctricas  de 45 años de antigüedad.

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Al funeral de Nikola Tesla, muerto de un infarto de miocardio asistieron miles de personas que desbordaron la Catedral de San Juan el Divino en Nueva York.

Se dieron cita espontáneamente, por reconocimiento y admiración, para despedir al genio que había inventado el motor de inducción, la corriente alterna como fuente de energía, la transmisión inalámbrica, la radio, y –aunque nadie todavía lo supiera- el embrión de lo que hoy se conoce como Internet.

Quizás la definición que mejor le cabe a la obra este ingeniero nacido en Croacia, colaborador y luego rival acérrimo de Thomas Alva Edison, sea la que acuñó no hace mucho la responsable de la exposición “Nikola Tesla: el genio de la electricidad moderna”, Elisa Durán, quien resumió su legado: “Tesla inventó el Siglo XXI”.

Nikola Tesla murió siendo un hombre pobre, lo que más de medio siglo después encierra otra paradoja, porque su apellido, “Tesla”, suena en todo el mundo como sinónimo de riqueza por obra de otro hombre, el sudafricano Elon Musk

Nikola Tesla nació en Smiljan, la actual Croacia –por entonces territorio del imperio austríaco-, el 10 de julio de 1856. Según su relato, cuando tenía tres años acarició el lomo de un gato y se sorprendió porque el roce de su mano produjo una lluvia de chispas. Corrió a decírselo a su padre, el hombre le explicó que lo mismo pasaba con los árboles durante una tormenta, se producía electricidad.

Ese interés lo llevó a inscribirse a los 17 años en la Universidad Politécnica de Graz, en Austria. Luego contaría que por esa época se propuso una meta: inventar una manera que permitiera que todo el mundo tuviera energía gratis.

Trabajó primero en Viena y luego en Paris, donde consiguió que lo tomaran en la Compañía Edison. Si jefe de entonces, Charles Batchelor, quedó maravillado por las ideas de Tesla y decidió enviarlo a Nueva York, donde Nikola desembarcó en 1884 llevando una cita fijada con el dueño de la compañía, Thomas Alva Edison, y una carta de recomendación de Batchelor dirigida a Edison donde decía: “Conozco a dos grandes hombres, y usted es uno de ellos. El otro es el joven portador de esta carta”. El joven portador tenía por entonces 28 años.

Tesla descubrió cómo usar rayos X para examinar el cuerpo humano y transferir los datos a una película.

Edison contrató a Tesla de inmediato, sin saber que esa colaboración inicial que unió al veterano inventor con el “joven portador” de las cartas de recomendación pronto se transformaría en una guerra de ideas y también de intereses.

Edison había introducido la corriente continua y –orgulloso de su invento y de los beneficios que le otorgaba– no quería siquiera oír de una posible innovación. Tesla, en cambio, pronto propuso cambiarla por la corriente alterna –la misma que utilizamos hoy– como un sistema superador y más seguro.

Al principio fue una batalla despareja, porque Tesla dependía del apoyo de Edison para poner en práctica su propuesta. El veterano inventor no quiso saber nada del asunto y para proteger su modelo llegó incluso adifamar al joven recién llegado.

Además, se negó a pagarle a Testla la cifra de 50.000 dólares que le había prometido al contratarlo para que desarrollara su invento. Y lo hizo burlándose del joven cuando se la reclamó: “Cuando llegues a ser un norteamericano cabal, estarás en condiciones de apreciar una buena broma yanqui”, le dijo.

Nikola Tesla muestra sus inventos.

Harto de los desaires de Edison, en 1886 Tesla le alejó de la compañía para fundar la suya, a la que llamó Tesla Electric Light & Manufacturing.

No le fue bien, porque los inversores que había conseguido se opusieron a su proyecto de desarrollar un motor de corriente alterna. Como el dinero era de ellos y Tesla solo había puesto su nombre y sus ideas en la empresa, lo terminaron echando.

Dispuesto a seguir adelante, el todavía joven Nikola trabajó un año como obrero, ahorrando hasta el último dólar, para poder llevar adelante otra idea que tenía, la de construir un motor de inducción sin escobillas, alimentado con corriente alterna.

Presentó el artilugio en 1888 en el Instituto Americano de Ingenieros Eléctricos y se ganó la admiración de sus colegas, al tiempo que ya emprendía otra idea: desarrollar una nueva bobina. Eso lo llevó a trabajar en los laboratorios de Westinghouse, donde pudo avanzar con otra idea: sistemas polifásicos para transmitir la corriente alterna a larga distancia. También elaboró la propuesta que le permitió a la compañía obtener el suministro de energía eléctrica a la ciudad de Buffalo mediante un sistema hidroeléctrico que aprovechaba las aguas de las cataratas del Niágara.

No se detuvo ahí. Causó asombro en la primera Exhibición Eléctrica de Nueva York, montada en 1898 en el Madison Square Garden, con su “Teleautomaton”, un bote en miniatura que se controlaba a distancia por radio.

Sin embargo, la admiración no se tradujo en dinero, porque la marina de los Estados Unidos no quiso comprarle la idea. Para peor, se olvidó de patentar el invento, lo que permitió que cinco años más tarde el ingeniero español Leonardo Torres Quevedo patentara un artilugio muy parecido, el “Telekino”, que quedó como el primer aparato de radiocontrol de la historia.

La Corte Suprema de los Estados Unidos lo reconoció como inventor de la radio y le devolvió la patente, que estaba en manos de Marconi (en la foto).

Algo parecido le pasó con otro de sus inventos, la radio. En eso se la jugaron muy sucio, porque Tesla había patentado el invento en 1896, pero la oficina de patentes le revocó la patente para otorgársela a otro rival, el italiano Guillermo Marconi, que la presentó después. Gracias a esa patente, Marconi ganó el premio Nobel en 1909.

Durante los años siguiente, Nikola Tesla siguió desarrollando ideas innovadoras: desde dispositivos basados en la producción de ozono y turbinas sin paletas hasta un biplano capaz de despegar de manera vertical. Esta fue la última patente que obtuvo, en 1928.

Durante todos esos años, la situación económica del inventor se fue deteriorando: desde vivir en una suite del Waldorf Astoria a principios de siglo fue bajando la categoría de los alojamientos hasta terminar, en la década de los ‘40, en un hotel de mala muerte.

Allí murió el 7 de enero de 1943. Poco antes tuvo la suerte de experimentar uno de los pocos reconocimientos que recibió en vida: la Corte Suprema de los Estados Unidos lo reconoció como inventor de la radio y le devolvió la patente, que estaba en manos de Marconi. Ya era tarde para que eso se tradujera en dinero.

La última foto de Tesla

Tesla pasó de la riqueza a la pobreza, de vivir en una suite del Waldorf Astoria a principios de siglo fue bajando la categoría de los alojamientos hasta terminar, en la década de los ‘40, en un hotel de mala muerte. Allí murió el 7 de enero de 1943

Sus ideas y sus inventos produjeron verdaderas revoluciones tecnológicas, pero a la hora de hacerlos rentables para su bolsillo, por una u otra razón –desde el robo de patentes hasta el engaño de los inversionistas– nunca lo lograba.

Hoy, cuando se escucha nombrar a Tesla, son muchas más las personas que piensan en la empresa y los autos eléctricos del multimillonario Elon Musk que en el genio que “inventó el siglo XXI”.

RELACIÓN CON EDISON

Tesla había sido empleado de la Compañía Edison entre 1883 y 1885, primero en París y a continuación en Nueva York. Conocía personalmente al propio Edison, pero su prometedora carrera en la empresa se vio truncada porque no recibió el salario que pensaba que se le había prometido. Sintiéndose engañado, comenzó a trabajar por su cuenta.

Tres años después, en 1888, Tesla había pasado a colaborar con Westinghouse, y en 1893 inició en Chicago sus demostraciones públicas para evidenciar la superioridad de la corriente alterna sobre la corriente continua de Edison, entablándose entonces lo que se conoce como “La guerra de las corrientes».

Edison trató de combatir la teoría de Tesla mediante una campaña para fomentar ante el público el peligro que corrían al utilizar la corriente alterna. El ingeniero Harold P. Brown, que había iniciado una cruzada contra los peligros de la corriente alterna, fue financiado por Edison para investigar la electrocución, contribuyendo al desarrollo de la silla eléctrica y consiguiendo por medios subrepticios que fuera alimentada con corriente alterna.228

Respecto a su rival,

Edison llegó a decir que: «Tesla es un sujeto que siempre está a punto de hacer algo», en una despectiva alusión a las habituales y altisonantes declaraciones a la prensa de su competidor.

Por su parte, Tesla llegó a criticar abiertamente el desaliñado modo de vida de Edison, afirmando que: «Tal era su desidia que, de no haber contraído matrimonio con una mujer de sobresaliente inteligencia, que puso todo su empeño en sacarlo a flote, habría muerto hace muchos años».

Cuando Thomas Alva Edison murió, en 1931, Tesla aportó la única opinión negativa a The New York Times, enterrando bajo un denso manto la vida de Edison:

“No tenía ninguna afición, no se preocupaba por ningún tipo de diversión y vivía en un absoluto desprecio de las más elementales normas de higiene … Su método era ineficiente en extremo, ya que se tenía que cubrir un campo inmenso para obtener cualquier cosa, a menos que interviniera la casualidad ciega y, al principio, casi fui un triste testigo de sus actos, sabiendo que solo un poco de teoría y cálculo le habrían ahorrado el 90 por ciento del trabajo. Pero tenía un verdadero desprecio por el aprendizaje de libros y el conocimiento matemático, confiando por completo en su instinto de inventor y en su sentido práctico estadounidense”.

>Tesla medía 1,88 m de altura y pesaba 64 kg, con casi ninguna variación de peso desde 1888 hasta alrededor de 1926.

>Desde 1900 vivía en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York, acumulando una gran factura. En 1922, se trasladó al Hotel St. Regis, y seguiría un patrón a partir de entonces de mudarse a un nuevo hotel cada pocos años, dejando cuentas impagadas.

>Paseaba hasta un parque todos los días para alimentar a las palomas. Se dedicó a alimentarlas en la ventana de la habitación de su hotel, atrayendo a los pichones heridos para curarlos. Afirmaba que era visitado diariamente por una paloma blanca que había recogido cuando estaba herida. Se gastó más de 2000 dólares, incluyendo la construcción de un dispositivo que sostuvo al animal cómodamente para que sus huesos pudieran sanar, curando sus alas y patas rotas.

>Además de sus dotes como científico tecnológico, Tesla es ampliamente considerado por sus biógrafos desde el punto de vista filosófico como un humanista. Esto no impidió que, como muchas otras personas notables de su época, se convirtiera en un defensor de una versión de selección artificial impuesta en forma de eugenesia.

>Expresó la creencia de que la «piedad» humana había interferido con el «funcionamiento despiadado de la naturaleza». Aunque su argumentación no dependía del concepto de una «raza elegida» o la superioridad inherente de una persona sobre otra, abogó por la eugenesia.

>Tesla trabajaba todos los días desde las 9 hasta las 6 de la tarde. Cenaba exactamente a las 8:10 en el restaurante Delmonico’s y más adelante en el Waldorf Astoria. Pedía su cena por teléfono al maitre, quien también debía ser el único que la sirviera. Cenaba solo, excepto en las raras ocasiones en que daba una cena a un grupo para cumplir con sus obligaciones sociales. A continuación, Tesla reanudaba su trabajo, hasta las 3 de la mañana.

>Para hacer ejercicio, caminaba entre 13 y 16 km cada día. Todas las noches flexionaba los dedos de sus pies cien veces, afirmando que estimulaba sus células cerebrales.

>Tesla se hizo vegetariano en sus últimos años, viviendo de alimentarse tan solo de leche, pan, miel y jugos de vegetales.

>Tesla leyó muchas obras, memorizó libros completos y supuestamente tenía una memoria eidética.

>Era polígloto, dominando ocho idiomas: serbocroata, checo, inglés, francés, alemán, húngaro, italiano y latín.

>En su autobiografía relató que experimentaba ciertos momentos concretos de inspiración.

>Sufría una aflicción peculiar, consistente en que destellos cegadores de luz aparecían ante sus ojos, a menudo acompañados de visiones.  

>Tesla visualizaría una invención en su mente con extrema precisión, incluidas todas sus dimensiones, antes de pasar a la etapa de construcción, una técnica a veces conocida como dibujo mental. Por lo general, no hacía dibujos a mano, sino que trabajaba de memoria. Desde su infancia, tuvo frecuentes ráfagas de recuerdos relativas a eventos que habían sucedido previamente en su vida.

>Tesla afirmó que nunca dormía más de dos horas por noche. Sin embargo, admitió haber estado «dormitando» de vez en cuando «para recargar sus baterías».

>Durante su segundo año de estudio en Graz, desarrolló una afición apasionada por competir al billar, al ajedrez y a las cartas, a veces pasando más de 48 horas seguidas en una mesa de juego.

>En una ocasión trabajó durante 84 horas sin descanso en su laboratorio.

>Tesla nunca se casó, explicando que su castidad fue muy útil para sus capacidades científicas. Una vez dijo que en su juventud sentía que nunca podría ser lo suficientemente digno para una mujer, considerando a las mujeres superiores en todos los sentidos.

>Su opinión se vio influida en los últimos años cuando contempló cómo las mujeres estaban tratando de superar a los hombres y hacerse más dominantes. Esta «nueva mujer» suscitó mucha indignación por parte de Tesla, que sentía que las mujeres estaban perdiendo su feminidad al tratar de alcanzar el poder, perdiendo lo que la hacía superior a un hombre.

>Siendo ya un hombre maduro, se hizo amigo íntimo de Mark Twain; pasaron mucho tiempo juntos. Twain describió notablemente la invención del motor asíncrono de Tesla como «la patente más valiosa desde el teléfono».

>A veces, Tesla podía ser duro y expresar su disgusto por las personas con sobrepeso, como cuando despidió a una secretaria por su peso.