• 13/04/2025

Muriendo por sexo

Muriendo por sexo

Una serie de TV está inspirada en la historia de Molly Kochan, la mujer que después de recibir un diagnóstico de cáncer terminal, dejó a su marido y se acostó con 200 hombres  en un  viaje de autodescubrimiento

Disney Plus estrenó la semana pasada una serie inspirada en la biografía de Molly Kochan titulada ‘Dying for sex’ (Muriendo por sexo).

Nacida y criada en Nueva York, Molly siempre soñó con ser escritora. Su vida dio un giro inesperado cuando, tras mudarse a Los Ángeles, se casó por amor. Sin embargo, en 2011 le diagnosticaron cáncer de mama y se sometió a una mastectomía bilateral, luego a quimioterapia y radiación.

No obstante, la enfermedad volvió a aparecer en 2015, esta vez en la cuarta etapa, completamente incurable. En lugar de rendirse, Molly optó por reiniciar, tomando decisiones drásticas como separarse de su esposo y explorar su sexualidad de una manera que nunca antes había hecho.

Con el tiempo, estas experiencias se convirtieron en una “odisea erótica” que la llevó a un viaje de autodescubrimiento a través de fetiches, sexo casual y sexting.

Molly Kochan, quien falleció en 2019 a los 45 años, decidió derribar tabúes y reconfiguró las narrativas sobre el cáncer y la sexualidad. “No quiero ser la persona más fuerte que conozcas”, es una de las frases que Molly compartió en su cuenta de Instagram, donde publicaba imágenes lejos de los que se esperaba de una paciente con cáncer terminal.

En su lugar, sus publicaciones mostraban selfis sensuales, provocativas y en ropa interior. Molly explicaba en su biografía que combinaba “declaraciones honestas sobre el cáncer de mama en etapa IV con las selfis sexis que les envío a extraños para sentirme viva”.

Esta contradicción entre la enfermedad y su libertad de expresión fue una forma de enfrentarse a su dolor, mostrando al mundo una faceta diferente de la lucha contra el cáncer.

En 2018, junto a su mejor amiga, Nikki Boyer, Molly creó el podcast Dying for Sex (Morir por Sexo), donde compartieron sus experiencias sobre la vida, la amistad y la sexualidad en medio de la enfermedad. A través de este proyecto, Molly no solo narraba su búsqueda de placer, sino también sus luchas emocionales y la necesidad de sentirse viva en un contexto de incertidumbre y sufrimiento.

“Durante mucho tiempo, en el sexo (y ese es el problema de mi matrimonio), se me daba bien descubrir lo que les gusta a los demás y podía fingir que era una actriz. Pero no tenía ni idea de lo que me gusta a mí”, dice en un episodio.

A medida que el cáncer avanzaba, Molly también tuvo que enfrentar traumas no resueltos de su pasado. “Probablemente, la disociación fue una habilidad que desarrollé la noche en que fui abusada”, confesó, una revelación que explicaba cómo los traumas de su vida pasada influyeron en su relación con el sexo y la intimidad.

A pesar de las adversidades, el sueño de Molly de ser autora nunca se desvaneció. Su autobiografía, escrita en sus últimos días de vida, fue un testimonio brutalmente honesto sobre la enfermedad, el amor propio y la lucha por encontrar sentido en el dolor.

Michelle Williams en ‘Dying for Sex’ (Disney+)
 

En sus últimos días, Molly encontró el amor que siempre había buscado: “Ojalá pudiera terminar la historia del hospital con un relato asombroso sobre un hombre que me hizo sonrojar y me enamoró, pero mi visitante nunca llegó. Sin embargo, me doy cuenta de que estoy enamorada. Sí, estoy enamorada. De mí misma”.

Su amiga Nikki Boyer, coproductora del pódcast, comentó sobre la búsqueda de Molly por el amor: “Para Molly, era más que una simple cuestión física. Hacia el final, creo que buscaba el amor”. A lo largo de él, exploraron temas universales como el perdón, la sanción y cómo aprovechar el tiempo que queda.

Sus historias con los hombres están llenas de ironía: uno le pidió que le diera una patada en los testículos, luego había un doble de Ryan Reynolds, luego otro que quería que lo trataran como a un perro.

Por su parte, la actriz que interpreta a la mujer, Michelle William, confesó haber llorado cuando escuchó el pódcast: “Yo no soy de las que lloran. Nada puede conmoverme. Soy insensible, tengo experiencia, soy astuta. Se necesita mucho para impactarme”.

No obstante, tan pronto como empatizó por el calvario de Molly pensó: “Vale, estoy jodida. Sea lo que sea, ya estoy emocionalmente involucrada”, subrayó a The Guardian.

Molly Kochan ya internada en el hospital y escribiendo su autobiografía.

Posicionándose como una voz súper relevante en la concientización sobre la lucha contra el cáncer, existen varias producciones que todavía están disponibles si lo que se busca es conocer un poco más sobre su historia. El primero es su famoso podcastel cual sigue disponible y, si el inglés no representa una barrera de idioma, se puede escuchar en todas las plataformas de streaming. Otra excelente opción es leer su autobiografía: “A la mierda con el cáncer: cómo volverse completo” (Screw Cancer: Becoming Whole) en donde habla sobre el amor, la pérdida y qué es lo que realmente significó para ella lanzarse de cabeza a las profundidades de la oscuridad en busca de la luz. Por último y disponible en Disney+ a partir del 4 de abril, se puede disfrutar de la serie —Morir de placer— protagonizada por Michelle Williams y Jenny Slate. La historia inicia en el momento del diagnóstico y acompaña a los personajes en la decisión de hacer un cambio de vida y empezar a explorar con honestidad la complejidad de sus deseos sexuales.