Dolarizar, una moneda regional o más pesos

POR MARCELO DELGADO

Economista

Javier Milei es un fenómeno político que sin duda preocupa a cercanos, lejanos y extraños. Despierta interés en los jóvenes y genera polémicas en cada una de sus declaraciones. Sin embargo, el economista, más allá de algunos exabruptos, viene marcando una agenda de temas, que pondrá en jaque, tanto al gobierno, como la principal oposición.
La inflación es el problema estructural más grave de la economía Argentina, y responder con propuestas serias al tema. Será tarea de cada uno de los espacios que se disputen el poder, en este año electoral. Sin embargo, hasta ahora, sólo Javier Milei, ha sido contundente en sus planteos, proponiendo un camino de “competencia de monedas”, donde se pueda operar en el mercado local, con las monedas que elijan los agentes económicos, pudiendo hacerlo en dólares, euros, reales, yenes o pesos; incluso en cripto divisas; para confluir en un modelo, que escoja la moneda más elegida, como instrumento de cambio. Según su teoría, este sistema, llevaría a una dolarización progresiva de la economía argentina, y de este modo, la inflación sería similar a la de Estados Unidos.

Por otra parte, la llegada de Lula Da Silva, al poder de la economía más grande de América Latina, y una de las más poderosas del mundo, fortalece la mirada regional, procurando robustecer el Mercosur, y los bloques regionales de Latinoamérica, para mejorar el poder de negociación, ante los bloques económicos mundiales, como la Unión Europea, el Nafta, o los países del este asiático. Entre los principales desafíos, se plantea pasar de una Unión Aduanera Imperfecta (hoy el Mercosur), a la integración de otros países, la unificación de las políticas macro económicas de la región y finalmente, la creación de una moneda común.

El ministro de Economía argentino, Sergio Massa, viene luchando por reducir la tasa de inflación, con políticas acordadas con el principal acreedor del país, el FMI, con poca eficacia hasta ahora, manteniendo tasas superiores al 5%, mensual. Es evidente, que estas recetas, no logran domar al virus imparable de la inflación, que sigue castigando a los sectores más vulnerables.
Así las cosas, el tema de la política económica, será agenda de discusión en torno del futuro de la Argentina. Las promesas de resolver este flagelo, no serán suficientes, sin una fundamentada argumentación, detallada explicación de cómo hacerlo, los plazos, costos y beneficios de la propuesta.
El interés, no sólo es de los que hacemos las compras en el súper, o sufrimos cada vez que tenemos que reponer algún repuesto del auto, sorprendidos por los precios, sino también de quienes tienen que invertir, ahorrar, decidir cómo seguir con sus emprendimientos, aconsejar el destino a sus hijos, entre otros temas, que la economía nos condiciona. Por eso, habrá que escuchar con atención, cada propuesta, antes de elegir el rumbo para los próximos años.