Los Petracchini: con la música en los genes

La música ha marcado los destinos de los Petracchini, desde Italia hasta llegar a San Juan. La familia arribó a la provincia en la década del cincuenta con Juan Argentino, un músico que tuvo una labor fundamental en el desarrollo de la actividad coral local. Pero la historia de esta familia comienza mucho antes, a principios del siglo XX con el padre de Juan, un italiano de nombre Angelo.

Angelo era oriundo de la isla italiana de Cerdeña, trabajaba como sastre y tocaba el clarinete. Siendo joven se fue de su ciudad natal y se instaló en la localidad de Formia, donde conoció a quien sería su esposa, Elena Fedele.

La Primera Guerra Mundial dejó a Italia inmersa en la pobreza. No había presupuesto para los músicos, Angelo casi no tenía trabajo y en 1927 decidió irse a Argentina en busca de nuevas oportunidades para su familia. En esa época ya estaba casado, incluso habían nacido sus dos hijas mayores: Rita y Velia.

Angelo viajó junto a su hermano Luigi. Su mujer y sus hijas quedaron en Italia. Cuando arribó a Buenos Aires le cambiaron su nombre por Ángel y se inscribió como músico. Al poco tiempo le dijeron que en la provincia de Salta necesitaban músicos para la Banda de la Provincia, así que partió al norte mientras que Luigi se radicó en Córdoba.

Dos años más tarde, en 1929, llegó a Argentina Elena junto a sus dos hijas. Diez meses después de que toda la familia estuviera instalada en Salta nació el primer hijo sudamericano, a quien por esa razón, aparte de llamarlo Juan, le pusieron Argentino como segundo nombre. Luego nacieron: Ítalo, Luisa, Elvira y José Eduardo.

La familia Petracchini vivía en la capital de Salta, a metros del Colegio Salesiano. Allí estudiaban los hijos varones, mientras que las mujeres iban al Colegio María Auxiliadora. En el norte Ángel pudo dedicarse por completo a la música, se jubiló siendo clarinetista de la banda y falleció en 1958, sin poder regresar a Italia. Su esposa murió en 1992 y volvió a su tierra natal en más de una oportunidad.
De los siete hermanos solo dos siguieron los pasos musicales de Ángel, el primero fue Juan y le siguió Ítalo.

Juan fue el único de los siete hijos Petracchini Fedele que se instaló en San Juan, el resto vivieron siempre en Salta. Mientras estaba en el seminario, en Córdoba, empezó a estudiar para ser profesor de música. Con el tiempo se dio cuenta de que el sacerdocio no era su verdadera vocación y se dedicó exclusivamente a su carrera musical.

En 1953 se vino a la provincia. Llegó en febrero, en el ferrocarril Belgrano. Lo había convocado el padre Gabrini del Colegio Salesiano para que trabajara dirigiendo el coro de la institución, el Aquiles Pedrolini.

Mientras empezaba a trabajar en el colegio conoció a la sanjuanina Aída Angélica Herrera Bustos, con quien se casó en 1954.

Ese mismo año formó su primer coro la “Agrupación Coral Sanjuanina”, mientras seguía trabajando en el Colegio Don Bosco y más tarde tomó algunas horas en el Colegio Nacional y en la Escuela San Martín. Dentro de la Universidad Nacional de San Juan trabajó en la formación del Centro de Creación Artística y Orquestal y del Centro Coral, que hoy lleva su nombre. A su esfuerzo también se debe el nacimiento del Coro Universitario de la UNSJ, del Coro Pre Universitario y del Coro Vocacional. Trabajó incansablemente por el desaparecido Instituto Superior de Artes y fue decano de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la UNSJ.

Por su trayectoria Juan fue declarado Ciudadano Ilustre por la Cámara de Diputados de la provincia y recibió el premio Trayectoria Honorable del Senado de la Nación.

Juan Argentino y Aída tuvieron tres hijos.
La mayor es Elena del Carmen, que es profesora de francés. La segunda de los hijos del matrimonio es María Inés, que es cantante lírica. El más chico de los tres es José Domingo, músico, director del Centro de Creación Artística Coral “Maestro Juan Argentino Petracchini”, director del Coro Vocacional.