Los Licciardi. El humilde matrimonio siciliano que sembró su futuro en San Juan

De Grammichele a San Juan
El apellido original es Licciardi, aunque al llegar a Argentina algunos integrantes de la familia hayan sido anotados como Lichiardi. Sus raíces están en un pequeño pueblo de la provincia de Catania, ubicada en la región de Sicilia. El lugar se llama Grammichele y tiene 30 kilómetros cuadrados. Ahí vivían Antonio Licciardi y esposa Teresa Mantello junto a sus cuatro hijos, Antonia, Ana, Rosario e Ignacio. Antonio se dedicaba al trabajo en el campo y eran muy humildes. Cuando el menor de los niños tenía dos años se aventuraron a cruzar el Océano Atlántico en busca de un futuro más prometedor para la familia.

Los italianos llegaron a Argentina en 1905 y se instalaron en San Juan, donde Antonio trabajó toda su vida como obrero en las viñas. Poco después de llegar se tomaron una fotografía en una casa fotos, como una credencial de la promesa americana para los parientes que quedaron en Italia. Posaron utilizando ropas y calzados elegantes. Aunque el horizonte cambiaba para Antonio y Teresa, aun en esa imagen profesional tomada cuidadosamente, en ambos se pueden distinguir las manos rudas y ennegrecidas por el trabajo en nuevo suelo.

Cantonista, peronista y Comisario de Trinidad
Ya instalado en la provincia, el matrimonio tuvo otros cinco hijos: Salvador, Sebastián, Carmela, Ángel, Miguel y José. El tercer hijo de Antonio y Teresa, Rosario, con quien continúa la historia, desde joven se alineó a los ideales del recién nacido Partido Bloquista. Se abocó prontamente a la política y se dedicó a esta actividad hasta sus últimos días. Cuando a nivel nacional surgió la figura de Juan Domingo Perón se sumó al Partido Justicialista y fue jefe político de Trinidad, era una especie de intendente y al mismo tiempo un comisario de la localidad. Cuando Trinidad pasó a ser parte de Capital quedó a cargo solo como comisario. Mientras se desempeñaba en esa función se produjo la revolución de 1955, que derrocó al gobierno peronista. En los enfrentamientos por evitar la toma de los militares Rosario recibió heridas de armas de fuego.

En 1924 Rosario se casó con Catalina Giorlando, quien vivió en Mendoza y era hija de inmigrantes también oriundos del pueblo de Grammichele. Ellos fueron padres de Antonio, Rosario, José Juan “Pepe” y Miguel Ángel y vivieron en un viejo caserón frente a la plaza de Trinidad, en la esquina de Agustín Gómez y Trinidad. Allí armaron la sede del PJ dentro de la localidad; desde el balcón de la vivienda los dirigentes solían dar sus discursos. Y, en la planta baja, los Licciardi abrieron un bar que llevaba por nombre el apellido. Era muy popular, de gran tamaño y tenía mesas de billar. Después de un tiempo Rosario y Catalina logaron construir una pequeña casita cerca de la vivienda mayor, la alquilaron y vivieron en la nueva construcción.

El piloto que murió con Estornell
En esa esquina de Trinidad Pepe Licciardi armó sus primeros aviones y a los 16 años, bajo la instrucción de don Ernesto Ker, ya era piloto junto a Jorge Enrique Estornell. Su hermano mayor, Antonio, solía llevarlo en bicicleta desde donde vivían hasta un campo de aviación que había en Marquesado. Él se dedicó profesionalmente toda su vida a esta actividad. Fue piloto de los Flores Varela, de “Peque” Casas y de Carlos Alberto Casas (Automotores Casas, que vendía aviones); de Jorge Enrique Estornell, Jorge Sales y Paolini. Además, fue aviador y piloto de prueba de la Chincul, una fábrica de aviones que se instaló en San Juan. Fue instructor de vuelo en el Centro de Aviación Civil, piloto comercial, director de Aeronáutica de la provincia y el piloto de gobierno; ocupaba esos cargos cuando falleció en un accidente de helicóptero, en 1990, viajando junto a Estornell, Pedro Gallardo y Jorge Coll. Llegó a tener 38 mil horas de vuelo. Pepe se casó con Mary Ferres, con quien tuvo tres hijos: Catalina “Caty”, fallecida, quien fue empleada administrativa del Hospital Rawson; Juan José “Cacho”, piloto civil; y Desiré, que trabajó en el centro de computo de la Provincia.

Chapista, empresario del cine y tintorería
Viviendo en esa misma esquina de Agustín Gómez y Trinidad, Antonio se enamoró de una vecina, Edith Reus. Ella era hija de Juan Reus y Florencia Avendaño y tenía dos hermanos menores, Pedro y Marina. Juan era bodeguero y tenía viñedos. Antonio y Edith tuvieron tres hijos: Miguel Ángel, Eduardo Antonio y Alfredo Ariel.

Antonio trabajó en el Garage Oficial de la Provincia y luego, junto a sus hermanos abrieron el taller mecánico Licciardi Hnos, en Abraham Tapia y Agustín Gómez. Para eso le alquilaron un espacio al padre de Edith Reus, Juan. Además, entre todos abrieron el Cine Los Andes, que era al aire libre y estaba sobre calle Abraham Tapia. Ese espacio funcionó hasta que el gobierno de la Provincia expropió el terreno para la construcción de la Avenida de Circunvalación.

Después de eso Antonio siguió invirtiendo en salas de cine. Abrió junto a su suegro el cine “General Las Heras”, en el Barrio Santa Teresita. Además, tuvo una tintorería sobre calle Abraham Tapia a la que llamó San Martín, por pedido de su hijo mayor, Miguel Ángel, quien aún no empezaba la universidad y ya era un gran admirador del libertador de América. Trabajó en ese negocio hasta que falleció en 1979, a los 53 años.

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Los Licciardi iban por la cuarta generación en San Juan y aún permanecían con vida Antonio y Teresa, el matrimonio que dejó Italia. Ambos fallecieron con más de noventa años en la década de 1960 y pasaron sus últimos días en una humilde casita ubicada en lo que actualmente es el Barrio Residencial. Prematuramente los siguió su hijo Rosario, quien falleció en 1969 con sesenta y nueve años. Durante los últimos años de su vida, debido a la proscripción del peronismo, siguió dedicándose a la política pero casi de manera clandestina. Los justicialistas se presentaban a las elecciones con otros nombres y él solía esconder votos en la casa de su hijo Antonio para luego repartirlos. Estuvo detenido en varias oportunidades durante la revolución libertadora y luego con la vigencia del Plan Conintes (Conmoción Interior del Estado). Aparte, se dedicó a la agricultura y cuando surgió la CAVIC, que tenía entre sus directivos a Eusebio Baltasar Zapata, comenzaron a alquilarle un Fiat 1500 que él tenía para realizar los traslados de las autoridades de la institución. Falleció en 1969 con sesenta y ocho años.

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De los otros hermanos Licciardi Giorlando, Rosario Segundo se casó con Margarita Salom y fueron padres de Rubén, agente municipal; y Oscar Alfredo, quienes médico y vive en Comodoro Rivadavia. El menor, Miguel Ángel, se casó con Dorita Prolongo y tuvieron dos hijos. La mayor es Gabriela, farmacéutica y el menor Mario Miguel, bancario.

El juez admirador de San Martin
De los cuatro hijos de Rosario Licciardi y Catalina Giorlando, ninguno se dedicó a la política, quien si parecía heredar esa vocación fue su nieto Miguel Ángel, hijo de Antonio Licciardi. Sin embargo, las circunstancias políticas del país delinearon otro camino para él. Luego de terminar el secundario en el Colegio Nacional Miguel se fue a Córdoba, en 1972, para estudiar abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba. Estando allí se sumó a la Juventud Peronista (JUP) en la Facultad de Derecho. Mientras estudiaba su carrera, en 1976, la dictadura militar aniquiló la militancia de los jóvenes.Regresó a San Juan, en 1978, recibido. Ingresó en 1982 al Poder Judicial de San Juan, como secretario de Juzgadoy en 1987 fue nombrado Juez a cargo del Segundo Juzgado Laboral. A la par de su profesión, siempre profesó una gran admiración por el General José de San Martin. Esto se materializó en su activa participación con la Asociación Cultural Sanmartiniana, que preside desde 2005. Además, escribió el libro “El Libertador general San Martín y San Juan”, es Miembro de Número de la Academia del Instituto Nacional Sanmartiniano e integra su Consejo Superior. Él es padre de Daniela Noemí Licciardi Richard.

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De los hermanos de Miguel, el que le sigue, Eduardo Antonio, es agente de viajes y bodeguero. Él es padre de Eduardo Antonio, quien se dedica a la actividad hotelera en Nerja- Málga; Maximiliano Jesús, es médico y vive en Alemania; y Marco David. Alfredo Ariel es dueño de la agencia de viajes y hotel Nerja Tours, él es padre de Franco Ariel y Gabriel Alfredo, ambos trabajan junto a él en la empresa.