• 25/05/2023

La Revolución de Mayo en San Juan

La Revolución de Mayo en San Juan

Con informaciones contradictorias, secretos y temores recién el 9 de Julio se eligió el diputado ante la Junta Revolucionaria

Un trabajo preparado por Juan Carlos Bataller
con dibujos de Miguel Camporro

El 25 de mayo

El 25 de mayo de 1810 fue una fecha clave para la historia de Argentina, ya que se produjo la Revolución de Mayo, un proceso revolucionario que inició el camino hacia la independencia del dominio español12. Ese día, el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros fue destituido y se formó la Primera Junta de gobierno local, presidida por Cornelio Saavedra y con Mariano Moreno y Juan José Paso como secretarios23. La Revolución de Mayo fue el resultado de una serie de acontecimientos que comenzaron el 18 de mayo, cuando llegaron las noticias de la caída de la Junta Central de Sevilla, el último órgano de gobierno español que había nombrado a Cisneros como virrey en 180912. Los criollos, influenciados por las ideas de la Ilustración y la Revolución francesa, se rebelaron contra la autoridad del virrey y exigieron un cabildo abierto para elegir a sus propios representantes24. La Revolución de Mayo fue el primer paso de un proceso emancipador que concluyó seis años después, cuando el 9 de julio de 1816 el Congreso de Tucumán proclamó la Independencia de las Provincias Unidas de América del Sur.

Una noticia que tardó en llegar

Más de veinte días tardó en llegar a San Juan la noticia de que en Buenos Aires una Junta de Gobierno había reemplazado al virrey español Cisneros.
En 1810 esta provincia tenía alrededor de 12.000 habitantes. Desde 1776 formaba parte del Virreinato del Río de la Plata y desde 1782 dependía -dentro de este virreinato- de la Gobernación Intendencia de Córdoba del Tucumán. En la provincia el gobierno estaba a cargo de un Comandante de Armas. También funcionaba un cabildo integrado por vecinos.

Dos pedidos contradictorios

El 17 de junio de 1810 llegó a San Juan una comunicación de la Primera Junta.
En ella informaba sobre lo ocurrido en Buenos Aires. También pedía que la provincia enviara un diputado para que integrara la Junta Grande.
Casi al mismo tiempo, llegó una comunicación desde Córdoba en la que las autoridades de la Gobernación Intendencia pedían a los sanjuaninos que no reconocieran al nuevo gobierno formado en Buenos Aires.
Los miembros del Cabildo sanjuanino se tomaron unos días para analizar esta difícil situación. Invitaron a los abogados de la ciudad y se reunieron en las casas de algunos cabildantes, mientras enviaban emisarios a Mendoza para conocer la opinión de las autoridades vecinas.

Cuentan que aparecióeron cueros con la leyendaGobernarás Cisneros cuando salga lana a este cuero”

Un secreto a voces

Los hombres que tenían a su cargo tomar una decisión intentaron mantener el tema en secreto para no alterar la paz provinciana, sin embargo el tema pronto fue conocido. Algunas familias tomaron posición a favor de una u otra postura y se formaron bandos aunque esto no afectó la tranquilidad pública.
Cuentan algunos historiadores que cierta mañana en esos días de junio de 1810 aparecieron clavados en algunas esquinas de la ciudad unos cueros de carnero que, en su parte del revés, tenían escrita la leyenda:
Gobernarás Cisneros cuando salga lana a este cuero
Así, a pesar de la falta de una imprenta u otros medios, los partidarios de la revolución expresaron públicamente sus ideas.

Se reúne el pueblo

El día 7 de julio se mandó tocar la campana del Cabildo a las 8 de la mañana. La sala capitular ya estaba «adornada de asientos» para el vecindario. Pasadas las 9, reunido el vecindario, se procedió a dar lectura “al oficio del Excmo. Sr. Virey, y los del Exclamo. Cabildo de Buenos Aires”, para que manifestasen libremente su voluntad.
A continuación habló el Prelado Dominico, y los demás por turnos. Desde el primer vecino hasta el último, con un par de excepciones, “fueron de parecer que debía obedecerse a la Junta, expresándose con toda energía y unión que acaso jamás se haya visto y esperado”. El Ministro de Real Hacienda solicitó se suspendiera aquel acto, a lo que contestó el Cabildo que tenían “mil ejemplares (ejemplos) de lo contrario, y que no habían tenido otro principio las desavenencias de Mendoza”. Concluida la sesión se acordó que, sin desconocer la autoridad del Gobierno, se obedecía a la Junta, y que por una posta se le contestase al Cabildo de Buenos Aires y Gobierno, procediéndose a la elección de Diputado el día 9; “y se cerró acuerdo firmando todos los vecinos…, cuya unión fue de la mayor complacencia y satisfacción del Magistrado, que tuvo la gloria de presidir”.

El cabildo abierto

Ya no se podía esperar más tiempo para tomar una decisión. Así fue que los miembros del Cabildo de San Juan citaron a un Cabildo Abierto para el sábado 7 de julio.
Las crónicas de la época cuentan que hubo ese día una numerosa concurrencia y que se leyeron a los presentes las comunicaciones que había recibido el Cabildo.
Luego de escuchar las opiniones de algunos asistentes, finalmente la sociedad sanjuanina allí representada resolvió apoyar el nuevo gobierno patrio. Aclararon, sin embargo, que esta decisión no significaba desconocer la autoridad de la provincia.

Abierto pero no tanto

El Cabildo Abierto era una reunión especial a la que los miembros estables del Cabildo invitaban al resto de los vecinos con el fin de discutir temas importantes para la vida de la ciudad. De todos modos, no asistían todos los habitantes, sino “la parte principal y más sana de la población”. Es decir, que sólo participaban del Cabildo Abierto los blancos que eran jefes de familia, tenían propiedades y gozaban de prestigio social. No estaban incluidos los artesanos, los empleados, los pulperos o los pequeños comerciantes. Por supuesto tampoco asistían los indígenas, negros, mestizos y mulatos.

Fernando VII, rey de España

Los temores de la gente

Los acontecimientos del día 8 de julio, que no estaban programados por el Cabildo, respondieron a la llegada de correos del Gobernador de Córdoba para el Comandante de Armas y el Ministro de Real Hacienda. De inmediato, a las cuatro de la tarde hubo reunión de los capitulares, quienes decidieron citar a Javier Jofré y Castro y Carreño para el día siguiente.
Los vecinos vieron cierta alarma por la trascendencia que estas noticias podían tener y los “graves males al pueblo”; la palabra de los cabildantes serenó los ánimos.
En la adhesión se deja establecido que ella respeta los fines de la Junta: sostener y defender los derechos de Fernando VII, “a quien siempre reconocerán como Rey”. Los contecimientos del día 8, que no estaban programados por el Cabildo, respondieron a la llegada de correos del Gobernador de Córdoba para el Comandante de Armas y el Ministro de Real Hacienda. De inmediato, a las cuatro de la tarde hubo reunión de los capitulares, quienes decidieron citar a Javier Jofré y Castro y Carreño para el día siguiente.

José Ignacio Fernandez de Maradona

Se elige el diputado

El lunes 9 de julio de 1810 se cumplió con el otro paso solicitado por Buenos Aires. Por mayoría (en un total de 77 votos), Don José Ignacio Fernández de Maradona fue electo diputado ante la Junta revolucionaria.

El 10 de julio se otorgaron poderes al Diputado electo: “Habiéndose acordado, y resuelto en el congreso celebrado el día de ayer la perfecta unión, y correspondencia que debe guardar este Pueblo con el de la dicha Capital, y la obediencia a la expresada Junta Provisional mientras subsista; y no se altere por la nueva constitución que se forme por el Congreso de Diputados; Y por consiguiente procedido a la elección del que esta dicha Ciudad deve autorizar para dicho fin por votación cedular, resultando… á el expresado Señor Regidor Alférez Real Don José Ignacio Fernández Maradona para que personandosé a la mayor brevedad en la Capital de Buenos Ayres se reuna a la insinuada Junta Provisional de Govierno, y haga en ella la representacion de este Pueblo hasta tanto se reúne el Congreso General, y se establesca la forma de Govierno que se considere conveniente con arreglo a los fundamientos de su instalación acordados porel Excmo. Cavildo de aquella Capital en su acta de veinte y cinco de Mayo del corriente año…” (AG San Juan. Protocolo Juan Ventura Morón. Oficina Conservadora 1810. F. 142-146). Los poderes entregados son totalmente categóricos, debe formar parte del Poder Ejecutivo (Primera Junta) hasta tanto se reúna el Congreso General.

Los bandos eran la forma de comunicación pública usada en la época. De esa manera las autoridades daban a conocer las decisiones y convocatorias.

Con toque de tambor

14 de julio: Desde las 9 de la mañana y después de un toque de tambor en la puerta del cuartel, se llevó cabo un desplazamiento de oficiales y tropa en la plaza, dando a conocer un Bando con la noticia de la adhesión a la Junta Provisional, de la elección de Diputado y de la comunicación pública que se hacía, todo lo cual “se solemnizó con tanta pompa y lucimiento, que jamás se olvidará su memoria”. En la noche de ese día, se recibieron nuevos pliegos a través del Comisionado Pedro José Savalla, y allí fue informado “con la lectura de este diario”, de la decisión adoptada por este pueblo de San Juan.

Dia de fiesta

16 de julio: El Cabildo remite a Buenos Aires los documentos que certifican lo actuado por San Juan. Quedan detenidos los caudales y la gente que se alistó para llevar a Córdoba, hasta tanto se tenga la aprobación solicitada a Buenos Aires. El sarado o baile suspendido la noche anterior, se realizó esa noche

Saturnino Sarassa en un dibujo de Santiago Paredes.

Los gobiernos y los hombres

En los tres años que siguieron a la Revolución de Mayo se sucedieron distintos gobiernos en Buenos Aires. La Primera Junta fue reemplazada por la Junta Grande y después de ésta por los Triunviratos y luego por el Directorio.
San Juan formó su primera autoridad patria en 1811, con la Junta Subalterna que presidía don José Javier Jofré e integraban Pedro del Carril e Isidro Mariano Zavalla. En 1812 el Triunvirato nombró a Saturnino Sarassa como primer Teniente Gobernador de San Juan.
Con una u otra forma de gobierno, San Juan continuaba dependiendo de la Gobernación Intendencia de Córdoba.

La intendencia de Cuyo

En 1813 la guerra por la independencia atravesaba un momento difícil. Chile había recibido refuerzos realistas desde Perú y eso amenazaba las fronteras de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
El Segundo Triunvirato convocó a la Asamblea del año XIII y allí se resolvió, para velar por la seguridad, crear intendencias en las zonas de frontera. Una de ellas fue la Intendencia de Cuyo, con su capital en Mendoza e integrada por esa provincia, San Juan y San Luis, que dejaron así de depender de Córdoba.
En septiembre de 1814 Don José de San Martín asumió como Gobernador Intendente de Cuyo. En 1815, el doctor José Ignacio de la Roza fue designado Teniente Gobernador en San Juan.