Imaginemos

Por Eduardo Qauttropani. Fiscal General de la Corte de Justicia de San Juan

Imaginemos que en nuestro país un presidente derrotado en un acto electoral  no reconoce  el triunfo del opositor. Lo mínimo que escucharíamos seria que  Argentina es un país invivible, que esas conductas asustan a los inversores y vaya a saber cuántas sentencias condenatorias más. Nada de eso se escuchó, raramente, decir a nuestros, generalmente, filosos analistas.

Para más, imaginemos que, ante  esa misma circunstancia, miles de camiones cortan las rutas del país en apoyo del presidente derrotado, mínimamente  dirían que Argentina es motivo de escándalo internacional y que  se ha convertido en un país marginal, nada de eso se ha escuchado por estos lados respecto a Brasil, rarito.

Imaginemos que,  como consecuencia  del resultado electoral, 21 Estados estén sitiados por cortes de rutas, tal ocurría el martes pasado en Brasil, o que el derrotado se reúna con el Poder Judicial y con los militares, seríamos los argentinos, en ese caso, la calamidad del mundo occidental.

Martes 1 de noviembre, casi las 17:00 horas, acaba de hablar el presidente derrotado, y yo estoy concluyendo esta columna, las interpretaciones de nuestros analistas son variadas ninguna descalifica al hombre que deja a su país al borde de, nadie puede saber que, pues al parecer lo que en nuestro país es locura e irresponsabilidad en otros es simplemente ajedrez político, que merece ser vivido. ¿Será?

Yo quiero a mi país.