• 11/08/2024

Les puso la tapa

Les puso la tapa

POR GUSTAVO RUCKSCHLOSS

Hace tiempo se decía: ” déjate de escorchar” a alguien que molestaba, a quien perturbaba. Nunca supe por qué ni que tenía que ver el corcho con lo molesto.
Aunque pensándolo bien, a veces, sacar un corcho es fastidioso, no es fácil y hay que lidiar con él un rato hasta que se rinde y afloja.

Cabezón y testarudo es difícil de sacarlo de sus cuarenta, del cogote en el que se aprieta para no salir…porque sabe que después de tironearlo, lo tiran, lo descartan y se acaba su función. Nadie guarda corchos de recuerdo, ni por su olor, aunque cargue el perfume de un buen vino o de un memorable trago. Tampoco nadie agradece su labor desde el primer día en que lo metieron de prepo y siguió custodiando la vida de ese vino que embriagó un buen momento. Impidió que mutara a vinagre y acunó su esencia. Aguantó el tiempo para añejarlo con calidad. De un tiempo a esta parte tiene que competir con sus colegas rivales, como los tapones plásticos, las tapas corona y hasta con las “cajitas” que convidan el vino al destaparles la boca.

Por todo lo dicho, no entiendo bien por qué a alguien poco inteligente o lento, se le dice “ cabeza de corcho”.
Si, por el contrario, le pone la tapa a todos y últimamente se siente orgulloso de ello porque le pone la firma y hasta con doble apellido y algunos se lucen con dibujitos.
Son discretos y eficientes, hoy nadie diría que son pura cáscara, aunque le hayan sacado el cuero al pobre alcornoque.
Más bien, lo prestigian ante sus sintéticos rivales, tan impersonales y sin su abolengo.
En resumen, son unos tipos que dan gusto.